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Capítulo 1107 de ¡Buenas noches, Señor Ares! novel
En el momento en que Sera hirió a Shirley, la última pizca de lástima y afecto que la familia Severe tenía por ella desapareció por completo.
El Amo Severe tenía una expresión de dolor. “Dado que tu corazón ya no pertenece a la familia Severe, debes regresar a donde perteneces. Nuestra relación como padre e hija termina aquí”.
Sera se mordió el labio, sintiéndose inexplicablemente nerviosa en ese momento. Como lenteja de agua arrojada al mar, ella llegó a la orilla solo para ser arrojada de vuelta sin piedad mientras continuaba su viaje sin ancla.
Este sentimiento duró solo un momento fugaz. Sera era terca y pasaría por el infierno por mantener las apariencias. Incluso si fue expulsada de la familia Severe, se iría con clase y rectitud inquebrantable.
“Como ya conoces mi identidad y no estás dispuesto a aceptarme, entonces también podría ser franca contigo. Sí, ahora soy la hija de la familia Bell. Angeline Severe, nuestra hermandad termina aquí. A partir de hoy, tú y yo nos reuniremos en el campo de los negocios y te mostraré de lo que realmente soy capaz. El ganador será quien ríe de último”.
¿Estaba planeando competir con Angeline toda su vida entonces?
Angeline soltó una risa desdeñosa. “Oh, Sera. Tienes una vida realmente triste por tomarme siempre como tu enemiga imaginaria. Nunca sabes cómo dejar de pelear y competir conmigo. Aunque, desafortunadamente, nunca te he tratado como mi enemiga porque donde estás ahora... Estás lejos de ser digna”.
Sera estaba exasperada.
Trató de alejarse, pero Zayne se interpuso en su camino. Zayne la miró con sus pupilas inyectadas en sangre y dejó escapar un rugido de león: “¿A dónde planeas ir después de lastimar a Shirley?”.
Sera mintió deliberadamente. “¿Dónde está tu evidencia?”.
Zayne estaba tan furioso que le dio una bofetada tan fuerte que le sacó uno de los dientes a Sera. La sangre comenzó a brotar de la nariz de Sera.
Angeline dijo: “Déjala ir, Zayne. Dejaremos esto en manos de la ley”.
Solo entonces Zayne lo dejó pasar.
Sera se cubrió la cara y miró con resentimiento a Zayne antes de huir en un estado miserable.
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