¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1140

Después de recomponerse, Jay levantó la mirada. En ese momento, una intensa hostilidad envolvió sus ojos de águila. “Dime todo lo que sabes, Sydney”.

Sydney se limpió las lágrimas con un rostro inexpresivo. “¿De qué sirve decírtelo ahora? Ella ya no volverá nunca más”.

“Dime”, Jay rugió como un león en hibernación que acaba de despertar.

Sydney se estremeció y dijo: “Yo tampoco sé qué ocurrió. Todo lo que sé es que Angeline apareció tan pronto como mi hermana desapareció. Angeline es la hija amada de la familia Severe mientras que mi hermana es solo la hija ilegítima de la familia Loyle. ¿Cómo podría ella competir con Angeline? Todos sabían que mi hermana perdería, pero pensamos ingenuamente que Angeline sería lo suficientemente magnánima para al menos dejar que mi hermana volviera a casa. Nunca se me ocurrió que mi hermana desaparecería de esa manera”.

En este punto, Sydney parecía haber perdido el control de sí misma y le preguntó a Jay con lágrimas en los ojos: “¿Alguna vez has protegido a tu esposa e hijos con todo tu corazón, Jay? Olvídalo, ¿por qué debería culparte cuando no puedes siquiera protegerte a ti mismo?”.

Habiendo dicho eso, Sydney se dio la vuelta y se fue abatida.

Jay apretó las fotos en su mano, sus dedos se volvieron blancos por la fuerza.

“Papi”. Bebé Zetty de repente se acercó apresuradamente.

La suave voz devolvió a Jay a la realidad. Se guardó las fotos en el bolsillo de la camisa y ocultó la ira en su rostro antes de voltearse para mirar a Bebé Zetty con una sonrisa en su rostro.

“Vamos a casa”.

“Mjm”.

Escondido detrás de un pilar de piedra no muy lejos, una mueca maliciosa emanaba de los ojos de Sydney.

Nancy salió de la nada, le dio una palmada en el hombro a Sydney y dijo: “Buen trabajo, Sydney”.

Sydney dijo: “Hmph, es hora de que nos venguemos después de que el Amo Ares destruyó a la familia Loyle por Angeline en ese entonces”.

Nancy dijo: “No te preocupes. Tan pronto como la familia Bell recupere su antigua gloria, ayudaremos a los Loyle a recuperarse”.

Tenía que sentarse en una silla de ruedas cada vez que salía.

El Viejo Gran Amo Ares miró a Angeline con una mirada solemne en su rostro y la reprendió: “Angeline Severe, el Juicio Final no perdonará a la familia Ares hasta que estemos completamente aniquilados. No te mantengas en contacto con la familia Ares la próxima vez a menos que tengas algo importante que decirnos. Ya cruzaste la línea cuando financiaste a la familia Ares en secreto. Ahora, incluso estás apareciendo en la residencia de los Ares. ¿Por qué eres tan desobediente?”.

Angeline dijo: “Abuelo, este asunto concierne al honor y la reputación de la familia Ares y amenaza la supervivencia de Gran Asia. No tuve más remedio que acudir en persona”.

“¿Oh?”. El Viejo Gran Amo Ares estaba desconcertado.

“¿Qué es?”.

Angeline miró hacia la puerta. “Hablaremos de ello cuando Jack y la Señora Ares estén aquí”.

En poco tiempo, Jack y la Señora Ares llegaron a la sala de estar.