¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1167

Jay miró atónito al joven con una mirada fija.

El joven respondió: “La historia fue conmovedora”.

Jay bajó las pestañas. ‘Así que la historia simplemente lo conmovió’.

Habían pasado más de tres años desde que ocurrió el accidente, por lo que apenas quedaban rastros.

Jay estaba decidido a buscar en el área que señalaba Marilyn y todavía esperaba obtener algo inesperado.

Había montañas áridas y crestas por todas partes, excepto por un solo camino de montaña. Maleza, espinas, árboles y arbustos rodeaban toda la zona. La búsqueda de restos de un accidente ocurrido tres años atrás no era tarea fácil.

Sin embargo, todo el trabajo duro eventualmente daría frutos.

El joven logró tropezar con un collar en el campo de hierba: un collar de calavera.

El joven levantó el collar mientras Sera se burlaba: “Esa cosa parece que viene de un vendedor ambulante. La gente como el Amo Ares definitivamente no usaría un artículo tan juvenil y barato”.

El joven sostuvo el collar con fuerza en su palma. “Me gusta”.

Jay estaba asombrado. Sin embargo, no pudo descifrar si el collar de calavera tenía algo que ver con él, por lo que su respuesta inmediata fue regalarlo. “Si te gusta, quédatelo”.

Inesperadamente, el joven comenzó a balbucear después de recibir el collar de calavera como si estuviera poseído por un parlanchín: “Mi padre me dijo que cuando mi mamá tuvo un accidente de coche, él fue a ver a un chamán y consagró un collar de calavera. El chamán le dijo que con un objeto espiritual tan negativo, restringiría su energía positiva y permitiría que su difunta esposa regresara con él”.

Jay no podía relacionar esto con los fragmentos de recuerdos que había recuperado, por lo que lo trató como una historia. Por lo tanto, siguió actuando con indiferencia.

Sera estaba horrorizada mientras miraba al joven.

Fue porque esta historia parecía correlacionarse con la de Jay y Angeline.

Sera le pidió al conductor que los llevara a la casa de los Loyle en la Capital Imperial.

Después de que Marilyn y Tigre llegaran a Capital Imperial, Jay le permitió irse porque ya no tenía nada más que hacer.

Sera miró al joven que se negaba a irse y le insinuó vagamente que se perdiera. “¿Adónde te diriges?”.

El joven miró a Jay. “No tengo hogar. ¿Me puedes acoger?”.

Jay simplemente asintió con la cabeza.

Sera se sintió completamente impotente y solo pudo quedarse quieta en silencio en el coche.

De camino a la casa de la familia Loyle, el joven sacó el collar de calavera y limpió cuidadosamente la suciedad con una toalla de papel. Parecía como si fuera un collar querido para él.