¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1227

Angeline le dijo a Jay: “Me gustaría hablar con ella a solas, Jaybie”. A pesar de que Jay no estaba contento de que ella pasara tiempo a solas con una mujer despiadada como Sera, tampoco quería que ella pareciera no ser importante, así que la escuchó y se fue.

Sin embargo, antes de irse, le lanzó a Jenson una mirada significativa.

Después de esto, los demás empezaron a salir de la sala uno tras otro.

Jenson se quedó en silencio en un rincón. Se quedaría atrás y protegería a su mami.

Cuando Angeline oyó la puerta de la sala cerrándose, ella dijo con seriedad: “La naturaleza de un hombre es buena al nacer. Sé que tu amor y obsesión por Jay es la razón por la que te has vuelto así hoy”.

Angeline eligió terminar su relación con Sera como hermanas en buenos términos, ya que, después de todo, una vez fueron hermanas.

“Pero necesitas entender una cosa. Jaybie y yo somos el tipo de personas que una vez que nos hemos propuesto estar juntos, seremos fieles hasta la muerte. No abandonaremos al otro solo porque caímos en el barro, ni menospreciaríamos al otro solo porque estamos en la cima de la gloria. Nadie, absolutamente nadie, puede interponerse entre nosotros”.

“Deja de desperdiciar tu energía en cosas sin sentido. En vez de aferrarte a una esperanza que nunca florecerá ni dará frutos, debes dejarlo ir. Tienes que creer que, en algún lugar de este mundo, tu versión de Jaybie te está esperando”.

Al final, Angeline le dio una generosa bendición. “Siempre hay algo bueno en lo malo, y espero lo mismo para ti”.

Dicho esto, Angeline se quedó en silencio.

Jenson luego se acercó y sacó a su mami de la sala.

Aparentemente conmovida, Sera rompió a llorar.

Cuando sacaron a Angeline, ella dijo: “Hermana Shirley, cada uno de nosotros te preparó un regalo de bienvenida. Los verás cuando llegues a la Ciudad de Golondrina”.

Josephine dijo: “Hermana Shirley, debes votar y elegir tu favorito porque alguien se jactó y dijo que el regalo que preparó definitivamente será tu favorito, ya que te conoce muy bien”.

“De acuerdo”. Shirley se sintió abrumada por la felicidad mientras una sonrisa de satisfacción aparecía en su rostro.

Luego dejaron el hospital y se dirigieron al Anexo Sicomoro en la Ciudad de Golondrina.

En ese momento en el Anexo Sicomoro, se corrió la voz y los invitados llenaron la casa.

El Viejo Amo Severe vestía un traje muy clásico pero formal. Tanto el Amo Severe como la Señora Severe también se vistieron para la ocasión. Todos ellos estaban en ese momento parados en la puerta con una sonrisa en sus rostros para dar la bienvenida a su invitada.