¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1299

Carson se sorprendió un poco. Aunque el Viejo Amo y el Joven Amo Yorks eran padre e hijo, ambos tenían estilos diferentes a la hora de tratar a las mujeres.

Si al Viejo Amo Yorks le gustaba una mujer, haría lo que fuera necesario para conseguirla.

Por otro lado, a pesar de que el Joven Amo Yorks y la Señorita Severe ya se habían acostado juntos, él todavía estaba tratando de complacerla con mucho cuidado.

¿Cuál versión se suponía que debía parecerse al amor?

Al día siguiente, el cielo todavía estaba oscuro.

Zayne cargó a Angeline en su espalda mientras Josephine y la Hermana Shirley se abrazaron mientras caminaban por la carretera de la montaña.

Cuando el Patio de Brisa Refrescante quedó muy atrás, la Hermana Shirley miró de repente hacia el patio que estaba cubierto de exuberante vegetación. Ella esbozó una sonrisa débil pero triste.

Ella había perdido su inocencia en ese lugar.

Sin embargo, no se arrepintió en absoluto.

Ella pensó que valía la pena porque pudo ayudar a la Pequeña Angeline a salir del apuro.

Además, la otra parte era Cole Yorks, un hombre encantador y elegante.

En realidad, ella no lo odiaba.

Cuando Cole llegó al Patio de Brisa Elegante con el anillo de diamantes, la casa ya estaba vacía.

Cole miró fijamente la casa vacía, aturdido. El anillo de diamantes que tenía en la palma de la mano se le escapó repentinamente de los dedos.

“Realmente no puedes perdonarme, ¿eh, Angeline?”. Cuando Cole cerró los ojos, las lágrimas cayeron por su rostro.

“¿Debería perseguirlos, Joven Amo?”, preguntó Carson.

Cole negó con la cabeza. “Ella quiere irse. Incluso si puedo atrapar su cuerpo, ¿crees que puedo atrapar su corazón? ¡Déjala ir!”.

Carson tomó el anillo de diamantes y suspiró débilmente.

El amor del Joven Amo por Angeline era tanto humilde como doloroso.

Luego rodó cuesta abajo con ella sin importar el peligro.

Angeline había estado rodando durante quién sabe cuánto tiempo. En el suave suelo nevado, su cuerpo rodó como una bola ingrávida como si se fuera a una aventura sin un destino en mente.

Al final, una enorme roca interrumpió su caída y se detuvo frente a una cueva de nieve.

En la cueva de nieve oscura, una bola de llamas débiles se extinguió repentinamente después de la llegada de Angeline.

Inmediatamente después, una figura encantadora saltó ágilmente hacia la entrada de la cueva mientras un resplandor frío y agudo salió disparado de sus ojos seductores y cautivadores.

Cuando vio la silueta blanca que yacía frente a la entrada de la cueva, una que se había fusionado con el hielo y la nieve, pudo darse cuenta de que se trataba de una persona con una identidad noble debido al abrigo de piel de zorro color azul intenso.

Sus fascinantes ojos se entrecerraron peligrosamente mientras, poco a poco, avanzaba cojeando hacia ella.

“¿Puedes levantarte?”.

Cuando vio a Angeline, un toque de sorpresa llenó sus ojos. ¡Esta era la mujer que lo salvó la noche anterior!