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¡Buenas noches, Señor Ares! por Hinovel
“Sal”. Cole espetó. “¿No ves que estamos ocupados?”.
Carson salió corriendo mientras se cubría los ojos con las manos.
Cuando Cole se vistió y salió, Carson se acercó y preguntó incrédulamente: “¿En serio quería acostarse con ella, Joven Amo?”.
Cole se lamió los labios sensuales, luciendo saciado después de tener una comida satisfactoria.
Carson estaba tan irritado que se golpeó la cabeza contra el tronco de un árbol. “¿Cómo sucedió esto? Siempre fue capaz de salir con vida incluso cuando alguien lo arrojó a un mar de mujeres. ¿Cómo lo sometió la Viuda Negra?”.
Como no estaba dispuesto a creer que su joven amo fue el que tomó la iniciativa, Carson descargó su ira contra la Viuda Negra. “Esa Viuda Negra realmente es increíble, ¿eh? ¿Cómo se atreve a usar sus pequeños planes en nuestro futuro patriarca?”.
Cole lo reprendió: “Lo hice voluntariamente”.
Carson se quedó estupefacto.
¿Estaba el Joven Amo tan herido por la última relación que ya ni siquiera le importaba a quién elegía como pareja?
“¿Qué estás haciendo aquí?”.
Carson dijo: “El Viejo Amo Yorks me envió. Quiere discutir algo urgente con usted”.
Cole se dio la vuelta y entró en la habitación de la Viuda Negra, echando a Carson con la mano. “Dile que estoy ocupada arando la tierra y plantando semillas todos los días, así que pídele que no me moleste durante este período de tiempo. Lo que él debe hacer ahora es esperar la llegada de sus nietos”.
Carson se quedó boquiabierto.
El Joven Amo Yorks solía ser una persona fría y digna que parecía no tener ningún deseo por los placeres mundanos.
Su personalidad pública había quedado muy destruída con esto.
Carson se fue con tristeza.
Cole acababa de entrar en la habitación cuando quedó estupefacto ante la escena que tenía ante sus ojos.
Con los hombros todavía desnudos, la Viuda Negra había caído en los brazos de un apuesto joven. Ella no sabía si reír o llorar porque una espada fría estaba presionada contra su espalda.
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