¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1367

Condado del Durazno Floreciente, Anclaje Pegaso.

Bebé Robbie aún dormía cuando las campanas del anclaje empezaron a sonar con fuerza. Abrió los ojos con ironía, frunció la boca y murmuró al despertar: “Si no puedes dormir como anacoreta, ¿por qué estos anacoretas se convirtieron en anacoretas en primer lugar?”.

Se puso la ropa y los zapatos antes de ir al comedor.

Bebé Robbie suspiró mientras miraba las simples rebanadas de pan y el panecillo de maíz.

Actualmente se encontraba en su fase de crecimiento, por lo que tenía un apetito particular. Siempre anhelaba muchas proteínas como pescado y carne en su dieta.

Al ver a todas sus hermanas a su alrededor, Bebé Robbie se sintió renovado de inmediato. Tomó un trozo de pan y corrió hacia ellas.

“Buenos días, mis queridas hermanas. Ustedes se ven cada vez más hermosas con cada día que pasa”. Bebé Robbie las halagó con sus palabras.

“Quien te viera, así que eres bueno adulando. Definitivamente quieres algo de nosotras”, respondió la Hermana Dos.

Bebé Robbie se sentó junto a la gentil pero experta Hermana Daisy y dijo: “Dije que se están volviendo cada vez más hermosas, pero sospechas que mi motivo es impuro. ¿Sería mejor que dijera que todas ustedes se están poniendo cada vez más feas?”.

“No digas tonterías”, le reprendió la Hermana Dos con gentileza.

La Hermana Daisy miró la rebanada de pan de Bebé Robbie y pensó que era suficiente para alimentar a un solo pato. Ella preguntó preocupada: “¿Por qué comes tan poco hoy, Pequeño Zorro?”.

Bebé Robbie se sorprendió un poco.

Había estado tan concentrado en halagar a sus hermanas para poder tomar prestadas las gotas para los ojos y llevárselas a su papi que se había olvidado de comer bien.

Él dijo ingeniosamente: “Queridas hermanas, su belleza es suficiente para llenarme el estómago. Es incluso mejor que esta simple rebanada de pan”.

La Hermana Dos se negó a dejar que se saliera con la suya. “Debes estar halagándonos con una razón, ¿verdad? Escúpelo, Pequeño Zorro. ¿Qué quieres?”.

“¿Cuál de ustedes, hermanas, tiene gotas para los ojos?”, soltó Bebé Robbie.

La Hermana Dos bromeó: “Sabía que tenías algo en mente”.

Las hermanas se miraron y luego negaron con la cabeza al unísono. “No”.

La Hermana Daisy le preguntó al Bebé Robbie con curiosidad: “¿Para qué quieres las gotas para los ojos?”.

Bebé Robbie mintió: “Cuando me enfrentaba a ese General del Juicio Final, me entró un poco de polvo en los ojos. No me importó mucho en ese momento, pero mis ojos han estado un poco secos en los últimos dos días”.