¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1381

Jenson apretó las esposas de Bebé Robbie en sus muñecas, luego tiró de él y dijo: “Vamos”.

Bebé Robbie estaba atónito. “Puedes quitarme las esposas. No voy a huir”.

Jenson miró hacia atrás y le dio una mirada fría. “¿Por qué debería creerte?”.

Bebé Robbie se quedó sin habla.

Jenson sabía que era Bebé Robbie, pero aun así se negó a creerle. Parecía que no iba a ganarse la confianza de Jenson si no le confesaba su identidad de agente de inteligencia militar.

Bebé Robbie suspiró para sus adentros y aceptó su destino. “Bien, entonces”.

Jenson llevó a Bebé Robbie a la habitación de sus padres, pero tan pronto como se dirigió a la puerta, el paso de Bebé Robbie se volvió lento y pesado.

Jenson miró la expresión culpable en su rostro y dijo con frialdad: “Puedes anunciar tu identidad. Puedo asegurarte que papi y mami te darán la bienvenida a casa con los brazos abiertos y dejarán lo pasado en el pasado”.

Bebé Robbie negó con la cabeza violentamente. “Por favor, no les digas. Te lo ruego”.

La mirada de Jenson se volvió sombría. Torció la boca cuando vio cuánto Bebé Robbie se negaba a recuperar su identidad como miembro de la familia Ares.

“¿Te vas a esconder de mami para siempre?”, gruñó Jenson.

Bebé Robbie negó con la cabeza y dijo en un tono que era casi como si estuviera suplicando: “Esto es solo temporal”.

La voz de Bebé Robbie se volvió audiblemente profunda y baja.

Él también quería revelar su identidad e irse a casa, pero convertirse en agente de la división de inteligencia militar significaba que volver a casa no sería una opción.

Jens nunca lo entendería.

“Adelante”.

Jenson abrió la puerta y arrastró a Bebé Robbie adentro.

La sala de estar que estaba llena de un murmullo de risas y ruidos de repente se volvió silenciosa después de la llegada de Bebé Robbie.

Entonces, se oyó a Zayne gritar: “¿Por qué trajiste a este b*stardo, Jenson? ¿No me digas que lo has aceptado como tu novio? Jenson, debes al menos discutirlo con tus padres antes de salir del armario, ¿no crees?”.