¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 140

Leia ¡Buenas noches, Señor Ares! Capítulo 140

O romance ¡Buenas noches, Señor Ares! Capítulo 140 foi atualizado com muitos detalhes inesperados, resolvendo diversos conflitos emocionais entre os protagonistas. Além disso, o autor Internet demonstra grande habilidade ao criar situações únicas e envolventes. Acompanhe Capítulo 140 da série ¡Buenas noches, Señor Ares!, escrita por Internet.

Palavras-chave pesquisadas:

História ¡Buenas noches, Señor Ares! Capítulo 140

¡Buenas noches, Señor Ares! por Internet

Zetty no tenía su propia habitación, por lo que solo podía compartirla con Mami.

Cuando vio que Bebé Robbie tenía una habitación grande y bonita, no pudo ocultar su tristeza y le susurró a su mami: "¿Por qué Papi no me da también una habitación bonita?".

Rose no sabía cómo responder a eso.

Esa noche, el estado de ánimo de Zetty era bastante malo.

Rose solo pudo abrazar a Zetty y consolarla pacientemente. "Zetty, eres una niña. Por eso puedes quedarte con Mami hasta que seas mayor. Pero Bebé Robbie es un niño y está creciendo poco a poco. Hay una diferencia entre los niños y las niñas. Por eso tiene que quedarse en una habitación diferente a la nuestra. ¿Lo entiendes?".

Zetty por fin se sintió mejor.

Su nueva habitación podía ser la más cutre de la mansión, pero seguía siendo un lujo para la madre y la hija.

Podía ser solo una habitación, pero era grande. El único inconveniente de la habitación era que el diseño interior era excesivamente elegante. El papel pintado a rayas verticales de color gris plateado no era el tipo de habitación que le gustaba a una niña soñadora como Zetty.

Por eso, Rose decidió hacer un cambio de imagen en la habitación y se puso a comprar por Internet un nuevo papel pintado de color rosa.

Seis años atrás, Rose pensó que su destino con Jay había terminado.

No se imaginaba que acabarían viviendo de nuevo bajo el mismo techo.

En el pasado, sólo estaban casados legalmente. Jay siempre iba y venía, ignorando su presencia como si fuera simplemente el aire de la habitación.

En aquel entonces ella pensó que, ya que estaban casados, lo único que tenía que hacer era ser una buena esposa y eso bastaría para conmover su corazón.

¿Quién se hubiera imaginado que las cosas acabarían con él desalojándola?

Aquella vez, se sintió profundamente herida.

Lo amaba, pero no podía obtener su amor. Como no tenía posesiones, se convirtió en algo tan bajo como una mala hierba.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Buenas noches, Señor Ares!