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Angeline caminó hacia Cole y de repente le agarró las manos. Cuando vio la mano de Cole, a la que le faltaba el dedo meñique y una uña en su pulgar, Angeline se sintió horrible.
Cole perdió su dedo meñique para protegerla.
La uña que le faltaba del pulgar fue causada por Bebé Robbie cuando buscaba venganza por el bien de su padre.
Angeline le soltó la mano y dijo: “No tengo objeciones si quieres vengarte de él. Sin embargo, no debería haber derramamiento de sangre durante el Año Nuevo. Después del Año Nuevo, puedes luchar contra él”.
“Angeline, ¿de verdad estás dispuesta a entregármelo?”, preguntó Cole con incredulidad mientras entrecerraba los ojos.
Angeline se mostró reacia, pero aun así asintió suavemente.
Angeline se volteó hacia Bebé Robbie y dijo en voz baja: “Mi querido hijo, cometiste un error. Le quitaste las uñas y casi lo matas, así que si quiere vengarse de ti, lo soportarás con valentía”.
Bebé Robbie asintió con valentía. “Lo haré”.
Angeline continuó: “Pero no lo olvides, él también casi mata a tu papi. También te ha causado mucho dolor. También debes aprovechar esta oportunidad para dejar salir toda la tristeza y los agravios”.
Cole se rio a carcajadas.
Para dejar que desahogaran su resentimiento, Angeline no dudó en dejar que se hicieran daño. Sin embargo, ambos sabían que ella estaría triste si eso ocurría.
La mirada de Bebé Robbie recorrió a Jay, Jenson, Bebé Zetty y a su mami. Al ver que las personas que amaba estaban sanas y salvas, las penas en el corazón de Bebé Robbie desaparecieron.
Bebé Robbie sonrió y dijo: “Cole, ya no te odio. Dime, ¿qué quieres que haga para que puedas desahogar tu ira? Soy todo tuyo”.
Cole caminó lentamente hacia Bebé Robbie. La brillante sonrisa y los ojos inocentes de Bebé Robbie contrastaban tremendamente con el matón que abusó de él.
Sabía que toda la hostilidad en Bebé Robbie la había causado él.
El destino errante de Bebé Robbie también se debió a él.
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