¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1407

Jenson reveló la verdad y dijo: “Es porque ustedes dos siempre están lanzándose miradas coquetas frente a la Tía Shirley. Por eso fue lo suficientemente generosa como para dejarlos estar juntos”.

Bebé Robbie suspiró. “Qué basura”.

Zayne: “...”.

Si había competencia por ser mordaz, Jenson y Bebé Robbie eran imbatibles. Zayne sabía que simplemente nunca podría derrotarlos. Arrastró a Josephine con él y dijo: “Tengo miedo de ustedes, mocosos. Adiós”.

Después de que Josephine y Zayne se fueron, Jenson y Bebé Robbie intercambiaron miradas. Las sonrisas en sus rostros instantáneamente cambiaron a expresiones arrogantemente frías.

“¿Continuamos?”, preguntó Jenson.

Bebé Robbie negó con la cabeza y frunció el ceño. Se dejó caer lánguidamente en el sofá como si hubiera utilizado todas sus fuerzas para evitar pelear contra Jenson.

“Tengo que volver, Jens”. Bebé Robbie miró a Jenson lastimeramente. Sus pupilas de obsidiana brillaron resueltamente.

“¿Puedes darme una razón?”, preguntó Jenson.

Los ojos de Bebé Robbie parpadearon. “No puedo decirlo”.

Jenson insistió. “Entonces, no voy a dejarte ir”.

Bebé Robbie se sentó. “Jens, ¿qué tengo que hacer para que me dejes ir?”.

Jenson levantó los nudos del macramé. “Estos representan la confianza de mami hacia nosotros. Ella cree que haré todo lo posible para protegerte y también cree que no la abandonarías”.

Jenson tomó el cuchillo de fruta y se lo puso a Bebé Robbie en la mano. “Córtalo si quieres irte. No te detendré”.

Bebé Robbie tiró el cuchillo de fruta. Su mami había sufrido mucho por él. ¿Cómo iba a ser capaz de volver a herir el corazón de su mami?

Al ver la expresión frustrada de Bebé Robbie, Jenson sonrió mientras bromeaba: “Si quieres escapar, también puedo ayudarte”.

Bebé Robbie estaba extasiado. “¿De verdad?”.

Jenson replicó: “Llévame contigo”.

Bebé Robbie vio la preocupación en los ojos de Jenson y su corazón se calentó. Luego, su boca murmuró: “El corazón de las damas. ¿Eso cuenta?”.

Jenson lo apartó malhumorado. Sin embargo, al momento siguiente, Jenson estaba aún más agitado. “No me digas que ya no eres…”.

Bebé Robbie se rio y dijo: “Estás pensando demasiado. Esa señora no hacía nada bueno constantemente, así que le di unas pastillas para dormir. A las dos de la mañana, la transporte en secreto desde su casa a una tumba solitaria en una montaña árida. Fue considerado un castigo para ella. Deberías haber visto su cara cuando se despertó. Casi se vuelve loca... ¡Ja, ja!”.

Jenson estaba atónito.

Al ver las comisuras de la boca de Bebé Robbie abrirse mientras se reía de manera tan dominante, Jenson dijo con desaprobación: “¿Parece que has vivido una vida muy satisfactoria estos pocos años?”.

Bebé Robbie se rio entre dientes secamente.

En ese momento sonó la campana del almuerzo. Jenson levantó rápidamente a Bebé Robbie. Luego dijo: “Vamos. Tenemos que comer el tocino de mami”.

Bebé Robbie asintió.