¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1509

“Mientras salgamos victoriosos en la batalla del Monte Perla, podemos cortar el apoyo de retaguardia de los Ejércitos Tigre y Lobo y regresar para limpiar esos Ejércitos Tigre y Lobo que se encuentran en una situación desesperada. Sería como no escatimar ningún esfuerzo”, intervino alguien más, estando de acuerdo.

Monster asintió. “Esta es una excelente estrategia. Vayan y prepárense para eso de inmediato y esperen la próxima orden”.

Monte Perla.

La batalla inevitable era inminente. En respuesta a la llamada de Jay, el gran Viejo Amo Yorks emitió una orden solicitando que todos los ancianos, débiles, mujeres y niños de todos los hogares en Fortaleza York se escondieran en los pasajes seguros subterráneos de Monte Perla. Estaban preparados para ser trasladados a otro lugar. Solo los hombres jóvenes y de mediana edad que practicaban artes marciales en cada hogar se quedarían atrás. Esto podría ayudar a confundir a los enemigos.

Esto significaba que todos los hogares enfrentaban la dificultad de separarse de sus parientes. Las mujeres se mostraban reacias a separarse de sus hombres y se oían gritos que llenaban el aire de Fortaleza Yorks.

Zayne de repente se volvió extremadamente valiente esta vez y tomó la iniciativa de decirle a Josephine: “Josie, tendrás que ir con Angeline, la Hermana Shirley y las demás más tarde. Esta vez, me quedaré atrás sin importar contra quién pelee, junto al Hermano Mayor”.

Josie le puso los ojos en blanco sin hablar. “Estás constantemente murmurando sobre lo débil que eres. ¿Crees que el Hermano Mayor te dejará quedarte atrás? Solo aumentarás su carga si te quedas aquí, así que no trates de ser un héroe ahora y ven conmigo”.

Zayne estaba lleno de vigor cuando dijo: “Puede que sea débil, pero he estado siguiendo al Hermano Mayor durante mucho tiempo. Él ha usado el mismo conjunto de estrategias para usar contra otros. Eso se me ha pegado más o menos. Sería útil si me quedo”.

Josephine vio lo decidido que estaba Zayne, e inexplicablemente su corazón se puso más pesado. “¿De verdad estás planeando quedarte atrás, Zayne?”.

Zayne mostró un poco de culpa en su expresión. “No me culpes por eso, Josie”.

Los ojos de Josie se pusieron rojos al instante, pero contuvo las lágrimas y sonrió. “Apoyo todas tus decisiones. Pero, Zayne, tendrás que tener cuidado ahí fuera. Estaré esperando tu regreso”.

Zayne abrazó a Josephine con fuerza en sus brazos y dijo afectuosamente: “Te amo, Josie. No te preocupes. No dejaré que me maten”.

Josie asintió. “Lo sé”.