¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1525

De hecho, todo el proceso fue un desafío, ya que toneladas de agentes se acercaban para detenerlas.

Para cuando Bebé Robbie estuvo libre, los otros agentes habían hecho papilla a la Hermana Amapola. Sin embargo, ella se mantenía en su puesto e impidió que los agentes cruzaran el pasillo.

Cuando Bebé Robbie vio a la Hermana Amapola siendo golpeada como un saco de arena para salvarlo, se enfureció y corrió hacia ella mientras rugía. “¡Suelten a la Hermana Amapola!”.

Su corazón se llenó de doloroso odio. Monstruo estaba dispuesto a sacrificar a sus hermanas solo para verlo muerto. ¿Solo porque las hermanas eran amables con él?

Se podría decir que antes de esto, Bebé Robbie todavía tenía cierto afecto por la división de inteligencia militar, por lo que se negaba a tener una masacre abierta. En ese momento, sin embargo, ese sentimiento se había convertido en odio absoluto. Su único deseo era arruinar esta despiadada e injusta división de inteligencia militar.

Entonces, Bebé Robbie usó una de sus habilidades letales e hizo una patada giratoria. Se escuchó un crujido en una de las cabezas del agente que cayó directamente al suelo después de un desplazamiento de hueso.

Bebé Robbie se movía tan rápido como un rayo, parecido a un ave rapaz. Inmovilizó en el suelo a todos los agentes del avión de combate en unos pocos movimientos.

“Hermana Amapola”. Bebé Robbie levantó a la Hermana Amapola mientras estaba atrapada en el pasillo. Entonces, la Hermana Amapola gritó: “No me muevas. Mi hueso está dislocado”.

“¿Cuál? Te lo devolveré a su lugar”.

“Mi trasero. ¿Todavía quieres ayudarme?”, dijo la Hermana Amapola con alegría a pesar de su sufrimiento.

Bebé Robbie nunca había hablado en serio con la Hermana Amapola, así que sonrió con picardía: “Lo haré, pero tendrás que ayudarme si tu esposo me golpea por eso en el futuro”.

La Hermana Cinco los regañó, diciendo: “¿Pueden ustedes dos ser un poco más serios? Miren a tu alrededor. El avión despegó. Tienen que abrir la ventana y dejar entrar a nuestras otras hermanas que están en las alas”.

Bebé Robbie dijo ansiosamente: “Aterriza el avión. Tengo que volver a la división de inteligencia militar y destruir la sala de mando”.

Tan pronto como pronunció estas palabras, las hermanas se sintieron infelices.

Miraron a Bebé Robbie con expresión severa. “¿Te estás convirtiendo en enemigo de la división de inteligencia militar?”.