¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1566

Como Angeline era ingeniosa, inmediatamente entendió el significado implícito de su hermano.

“Mamá simplemente piensa que Jaybie no debería estar atendiéndome porque está obstinadamente establecida en sus viejas costumbres”. Angeline se sentía enfadada.

Zayne continuó: “Puedes aprovecharte de él cuando no haya extraños alrededor. Pero al menos deberías fingir con su familia”.

Angeline le puso los ojos en blanco. Ella despreció la propuesta de Zayne.

Quería seguir siendo ella misma frente a todos.

Sin embargo, el pequeño recordatorio de Zayne también había evocado sus sentimientos de tristeza y le había hecho recordar sus heridas.

Chole no gustaba de ella y se sentía incómoda con ella. Era como si hubiera un par de nubes oscuras sobre su cabeza, haciéndola sentir muy deprimida y triste.

Si Chloe fuera otra persona, Angeline podría evitarla completamente por miedo. Sin embargo, Chloe era su suegra. No podría deshacerse de esa nube en toda su vida.

Se sentía fatal con solo pensarlo.

Cuando Jay salió, notó que las piernas de Angeline estaban fuertemente juntas y sus manos envueltas alrededor de ellas. Ella había apoyado la barbilla sobre las rodillas y sus pupilas vidriadas de negro miraban fijamente al frente con una mirada perpleja.

El estado de ánimo de Jay también se volvió inexplicablemente pesado.

Había escuchado la conversación de Zayne y Angeline, pero no esperaba que el pequeño impulso de Zayne sacara la depresión de Angeline a una escala tan grande.

Además, incluso si se rompía la cabeza pensando en una solución, no podía encontrar la manera de resolver el conflicto entre la suegra y la nuera.

Josephine miró a la abatida Angeline y luego a los distantes Zayne y Jay. Entonces, decidió expresarse en contra de la injusticia.

“Zayne, ¿por qué la Hermana Angeline debería cambiar quién es por su suegra? Ustedes simplemente están pensando en el hecho de que, dado que Angeline es la nuera, debería respetarla y hacer todo lo posible por complacerla”.

Jay sabía lo doloroso que era vivir aferrándose a los rencores pasados.

No quería que Angeline viviera una vida así.

La actitud casi suplicante de Jay disolvió las barreras y la obstrucción en el corazón de Angeline.

Ella asintió con la cabeza a Jay. “No te preocupes, Jaybie. No les guardaré rencor”.

Jay y Angeline ahora se sentían un poco aliviados.

Solo los ojos de Josie mostraban indicios de preocupación. Ella era una chica y la mejor amiga de Angeline, así que sabía mejor que nadie que lo que Angeline necesitaba no era ocultar sus quejas. En cambio, necesitaba dejarlas salir.

De lo contrario, existía la posibilidad de que una pequeña llama de odio se incendiara algún día.