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El gran Viejo Amo Ares sacudió la cabeza. “No lo sé. Quizás tu madre quería tener acceso a los hallazgos de la investigación, pero tu abuela no estaba dispuesta a dárselo”.
Jay inmediatamente pensó en el otro hijo de su madre, el niño que murió de una extraña enfermedad. ¿Su madre había buscado a la Abuela Boye con la esperanza de traerlo de vuelta a la vida?
Sin embargo, el gran Viejo Amo Ares reveló otra verdad impactante: “Interrogué a tu madre anteriormente, pero ella seguía diciendo que era culpa de Boye. Dijo que Boye es una intrigante buena para nada y no es tan amable como parece. Ella también dijo que ella me engañó…”.
La cara de Monstruo inmediatamente vino a la mente de Jay.
Pensó en la línea de tiempo en su mente, y luego preguntó: “¿La Abuela estuvo alguna vez fuera de casa en los años antes de que yo naciera?”.
“No”. El gran Viejo Amo Ares pensó en la pregunta de Jay por un momento y sacudió la cabeza.
Sin embargo, sus ojos se iluminaron repentinamente cuando dijo: “Ella cayó gravemente enferma y su estómago estuvo hinchado por un tiempo. Sin embargo, esa enfermedad desapareció después de medio año”.
Jay estaba asombrado. “¿Estaba embarazada?”.
El gran Viejo Amo Ares sacudió la cabeza y dijo: “Tu madre me lo dejó muy claro. Sospeché que estaba embarazada, pero la cuestión de cómo quedó embarazada nunca se aclaró. Además, su barriga volvió a bajar de tres o cuatro meses. ¿Cómo podría un embarazo normal durar tan poco tiempo?”.
Jay estaba sumido en sus pensamientos y guardó silencio.
La Abuela Boye era médica, por lo que podía engañar a su abuelo. Sin embargo, la existencia de Monstruo era evidencia de su engaño. Estaba bastante claro que la Abuela Boye engañó al gran Viejo Amo Ares.
Jay decidió guardarse la verdad para sí mismo, ya que no podía soportar lastimar a su abuelo. Decidió dejar que el gran Viejo Amo Ares pasara el resto de su vida con buenos recuerdos de su abuela.
El gran Viejo Amo Ares de repente agarró la mano de Jay. “¿El Jefe York alguna vez dijo que me perdonaba?”.
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