¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 164

Cuando Rose salió del coche, no esperaba ser el centro de atención de tanta gente. Además, tampoco esperaba que el color de su vestido combinara con el de Jay. Cuando vio que Jay la culpaba con su mirada, no supo qué hacer.

Josephine pensó que era el destino que el color de sus atuendos combinarán, así que levantó la voz y gritó: “Rose, estás usando un atuendo y peinado a juego con los de mi hermano mayor. Ustedes dos son la pareja perfecta”.

Jay miró a Josephine y la regañó en voz baja. “¿No eres tú quien organizó esto?”.

Josephine abrió mucho los ojos, conmocionada. Su cabeza temblaba como un tambor de cascabel. “Hermano Mayor, soy tan inocente como una paloma”.

Jay miró a Rose con sospecha. Su ropa y sus joyas parecían caras. Si Josephine no se las había dado, ¿de dónde sacó el dinero para comprarlos?

Rose se acercó lentamente y se echó hacia atrás el travieso mechón de cabello que caía frente a su rostro. Este pequeño gesto la hizo lucir extremadamente coqueta.

John miró a Jay y Rose. Se burló de ellos con picardía. “Ropa del mismo color y cabello del mismo estilo también… Jay, parece que has reavivado la llama entre tú y la Señorita Loyle. Felicidades”.

Jay frunció el ceño. “Nunca hemos tenido ninguna relación. ¿Qué llama hay para reavivar?”.

Rose se dio cuenta de que Jay no estaba contento con sus atuendos a juego. Explicó en voz baja: “Pensé que vestir de rojo traería buena suerte a Josephine. Si hubiera sabido que tú también estarías vestida de rojo, habría elegido otro color…”.

Jay estaba atónito.

¿Tenía los mismos pensamientos que él sin consulta previa?

Espera, ¿qué quiso decir ella? ¿Odiaba el hecho de que estuvieran vestidos con trajes a juego?

Ella estaba siendo muy cercana a Rose. Cuando Jay escuchó eso, él frunció el ceño por la agitación.

La intención de Josephine de volver a juntarlos era demasiado obvia. Sin embargo, Jay nunca volvería a estar con Rose.

John también estaba en contra de que Josephine se dirigiera a Rose de manera tan íntima. “Josephine, no te dirijas a ella así. La Señorita Loyle se divorció de tu hermano hace mucho tiempo. Ambos están solteros ahora y tienen la libertad de ir por las personas que aman”.

Cualquiera podría darse cuenta que John, el hijo hedonista de padres ricos, estaba interesado en Rose.

Jay dijo: “No dejes que los invitados esperen demasiado”. Luego, él entró con la cara oscura.

Rose caminó detrás del grupo. Cuando entró en el pasillo, encontró un rincón apartado y se sentó.