¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1649

Jay ya no podía controlar su amor por Angeline. Sería un tonto si alguna vez se rindiera de ella. Estaba claro que él y Angeline eran almas gemelas. ¿Por qué deberían restringir su amor mutuo cuando todo lo que hacía eso era llevar a malentendidos? Ambos estaban sufriendo y vagando en desesperación y autocompasión.

Pensó para sí mismo: ‘¡Soy el idiota más grande del mundo!’.

Besó a Angeline apasionadamente como si el diablo dentro de él se hubiera liberado. Angeline todavía estaba débil y pronto comenzó a gemir. De repente ella lo apartó y empezó a respirar con dificultad.

Jay dijo: “Voy a darme una ducha”. Luego se dirigió al baño.

Angeline sintió un toque de culpa mientras miraba en la dirección hacia donde él se había ido apresuradamente.

Ella juró en secreto que se mejoraría pronto para que Jaybie no tuviera que contenerse.

Esa mañana, Angeline bebió un tazón lleno de avena.

Jay estaba de buen humor, por lo que tenía mucho apetito.

Después del desayuno, la pareja se acurrucó en el sofá y miró la televisión.

Jay le preguntó a Angeline de una manera muy caballerosa: “¿Qué quieres ver?”.

Sin pensarlo dos veces, Angeline respondió: “El Retorno del Fénix”.

Jay buscó El Retorno del Fénix y descubrió que se trataba de una serie de televisión romántica ambientada en el siglo XIX. Jay no era un fanático de las tramas tontas como esas, pero para adaptarse a Angeline, Jay la miró sin ganas.

En el primer episodio, la heroína murió trágicamente pero su alma sobrevivió.

En el segundo episodio, el alma de la heroína se apoderó del cuerpo de la hija del funcionario estatal. En el programa, la hija era retratada como una niña inocente y tonta.

Cuando Jay vio a la hija, comprendió de inmediato por qué Angeline había elegido ver El Retorno del Fénix.

Angeline lo miró sin comprender...

Jay entró en pánico cuando pensó en cómo Josie y Angeline habían vivido juntas la vida y la muerte.

Él estaba muy preocupado. Angeline extrañaba a Josie porque no se sentía segura con él.

La tomó de nuevo en sus brazos y declaró: “No pienses en otras personas cuando estás a mi lado, ni siquiera cuando es una mujer. Estaré celoso”.

Angeline se quedó sin palabras.

De repente, ella le rodeó el cuello con los brazos. Ella se arrodilló sobre él y apretó sus suaves labios contra los de él.

‘¿Es esto suficiente para apaciguar su alma herida?’.