¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1654

Además, ¿la razón por la que ella lo rechazó fue porque el convertirse en nuera de la familia Yorks era algo terrible?

El Gran Viejo Amo Yorks se dio cuenta instantáneamente de que, aunque los Yorks tenían abundancia de riqueza y montañas de oro, y no importaba lo grandioso que era Cole, todo lo demás no importaba. La Sra. Yorks, Angeline e incluso Shirley nunca habían recibido el tratamiento adecuado que merecían por ser nueras de la familia Yorks.

¿Cómo podría una familia así atraer a las mujeres?

Después de que Francis dejó la escena, el Gran Viejo Amo Yorks caminó hacia Cole desesperado.

“No te desanimes, Cole. Hay muchas mujeres bien educadas y de buenos modales en la Capital Imperial. Incluso si Shirley no te quiere, habrá otras mujeres que sí lo harán”. Quizás podía sentir el débil estado de ánimo de su querido nieto, por lo que el Gran Viejo Amo Yorks trató de consolarlo.

Cole sonrió amargamente. “Lo escuchaste tú mismo, Abuelo. Shirley me desprecia. ¿Eres incrédulo? Jaja, ¿por qué una mujer inteligente querría casarse con un miembro de la familia Yorks de todos modos? Para esas vivaces, hermosas y asertivas mujeres, los Yorks somos como una tumba para los muertos vivientes”.

El Gran Viejo Amo Yorks dijo furiosamente: “Tonterías. ¿No vive tu Tía Sandra espléndidamente al lado de tu padre? Además, una chica guapa como Judy está deseando casarse con un Yorks y convertirse en una de nuestras nueras”.

Cole miró al Viejo Gran Amo Yorks y dijo: “¿Estás seguro de que la tía Sandra ama a Papá y no a la riqueza de Papá? ¿Y realmente crees que la personalidad de Judy es profunda en comparación con la de Angeline?”.

El Viejo Gran Amo Yorks dejó de hablar por completo.

Cole sonrió con amargura y desesperación. “Olvídalo. De todos modos, no tengo planes de casarme en mi vida”.

Después de hablar, Cole se tambaleó al salir del pasillo.

El Viejo Gran Amo Yorks resultó inmensamente herido. Nunca pensó que la mundana Shirley Severe alguna vez le daría la espalda a los Yorks. Este fue un hecho que lo sacudió hasta la médula.