¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1716

Al ver que él se estaba enojando, Angeline detuvo sus bromas. Ella tomó su mano y dijo emocionada: “¿Aún no sabes lo importante que eres en mi corazón?”.

Jay estaba irritado. Él mismo estaba un poco inseguro. “Sé que tienes una personalidad obstinada. Si decides hacer algo, insistirás y lo llevarás a cabo. Así que siempre me preocupó por ti, ya que mis padres te han provocado tantos desastres, quizás... pensarías en alejarte. Temía que, desde tu punto de vista, una vez que marido y mujer se eligen, tendrían que terminar de caminar juntos en un camino compartido por responsabilidad y moralidad. Angeline, tengo miedo de que te quedes conmigo a la fuerza y no por amor …”

Angeline se quedó sorprendida por sus palabras y estuvo aturdida durante mucho tiempo.

Ella permaneció en silencio, y Jay pudo sentir que su corazón estaba a punto de saltar de su garganta debido a la tensión.

Después de pensarlo por un rato, Angeline parpadeó con sus inocentes ojos vidriosos y dijo: “Francamente, mis sentimientos por ti son bastante complicados…”.

El corazón de Jay estaba latiendo muy fuerte.

Angeline continuó de nuevo: “Si no puedo verte, mi corazón se inquieta. Y si te enfermas, tendré un miedo mortal. Además, no me gusta que tengas una relación con otra mujer”.

Angeline enfatizó: “Subconscientemente, siento que eres todo mío”.

Los ojos de Jay instantáneamente se volvieron más vívidos ahora que veía las cosas con claridad. Resultó que Angeline estaría celosa por él...

“Angeline, Angeline…”.

Enterró la cara en su cuello y murmuró cariñosamente: “Te amo”.

“Gracias, Angeline. Por nunca renunciar a mí”.

Angeline se levantó de la cama y le quitó las máscaras de la cara. “Muy bien, se hace tarde. Descansa, dormiré al lado”.

Jay asintió con la cabeza.

Por la noche, Angeline no pudo dormir profundamente. Cuando escuchaba la tos que venía de la puerta de al lado, se levantaba continuamente para ver cómo estaba. Había estado dando vueltas y vueltas toda la noche.

Temprano por la mañana, la tos de Jay se volvió escasa y Angeline finalmente pudo descansar un poco.