¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1719

Jay acarició el hermoso rostro de Angeline. Ella lo miró, sonriendo más brillante que cualquier flor de montaña.

Para evitar que se preocupara por ella, Angeline le había pedido a la Abuela Boye que le inyectara agentes biológicos. Ella creía firmemente que la Abuela Boye podía curar su enfermedad por completo.

Sin embargo, no sabía que Jay había hablado previamente con la Abuela Boye de su enfermedad. La Abuela le había dicho que la enfermedad de Angeline se desencadenó inicialmente debido a la genética y que su enfermedad mental se debió a causas externas. Los agentes biológicos solo podían deshacerse de sus factores inducidos psicológicamente y le permitirían afirmar que era una persona sana y que podía hacer cosas normales. Si la vida iba bien en el futuro, tal vez su enfermedad no se repetiría. Sin embargo, si volvía a encontrarse con un trauma, no era imposible que volviera a enfermar.

En pocas palabras, todavía había variables en el futuro.

Así que, Jay no podía permitirse ser débil porque era el paraguas de Angeline y su mayor apoyo.

“Jaybie, ¿no te diste cuenta de lo alegre y saludable que he estado los últimos dos días? Mi enfermedad está realmente curada”, enfatizó Angeline una vez más.

Jay sonrió y asintió. “Sí”.

Angeline le devolvió la sonrisa con encanto.

Jay preguntó: “Entonces, ¿cuáles son tus planes después de esto, Angeline?”.

Angeline dijo: “Antes de irme, tuve una larga conversación con la Abuela. Ella me dio un par de sugerencias. Dijo que la vida es corta y que debemos aprender a vivir de forma independiente. Ella sugirió que encontrara algo que me guste hacer, y la idea sonó egoísta al principio, pero es bastante filosófica una vez que lo piensas. Cariño, he decidido conseguir un trabajo. Quiero tener un valor social en lugar de mantenerme a salvo estando constantemente a tu alcance. Quiero disfrutar de los frutos de mi trabajo todos los días. Debería usar mis propias manos para contribuir a la sociedad tanto como sea posible y que valga la pena haber venido a este mundo”.

Jay no quería que Angeline trabajara, pero las advertencias de Boye resonaban en sus oídos. ‘Angeline solo se olvidará de su ansiedad y depresión si se mantiene ocupada. Cuanto más los deje atrás, mejor será su recuperación”.

Jay solo pudo ocultar las preocupaciones que tenía y sonrió. “Entonces, ¿qué te gustaría hacer?”.

Angeline también estaba confundida. “No lo he pensado”.

Estaba rebosante de confianza en sí misma. “Sin embargo, cualquier persona criada por ti es competente, por lo que no debería ser difícil para mí encontrar un trabajo”.

Jay le pellizcó la nariz suavemente y dijo: “Te estás alabando a tí misma”.

Angeline se tapó la boca y se rio.