¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1743

El Gran Viejo Amo Yorks no habló durante mucho tiempo. Sintió lástima por su hija, pero no se atrevió a defenderla precipitadamente. Ofender a Angeline solo empeoraría las cosas.

Sin embargo, había una expresión de preocupación en su rostro. Si Angeline no le daba una explicación, esto seguiría preocupándole.

Angeline se acercó a Judy, levantó la mano y abofeteó a Judy en la cara dos veces.

Sandra se apresuró a acercarse y dijo con motivos ocultos en mente: “¿Por qué la golpeaste, Angeline? Nos tragamos nuestro enojo cuando golpeaste a tu suegra ayer, pero ahora estás abofeteando a Judy sin ninguna razón. Si no te detenemos ahora, seguirás…”.

Antes de que Sandra pudiera terminar su oración, Angeline le dio otra bofetada en la cara.

Los ojos de Spencer se abrieron...

El Gran Viejo Amo Ares no tenía idea de por qué la dócil y obediente Angeline de repente se había vuelto tan violenta. Él también se quedó aturdido en el lugar.

Angeline señaló a Sandra y Judy, diciendo indignada: “Es por gente como ustedes, a la que le gusta tanto sembrar discordia y expandir rumores, que mi relación con mi suegra se ha deteriorado hasta un punto que no tiene cura”.

Se dio la vuelta y le dijo al Gran Viejo Amo Yorks con justa indignación: “Abuelo, después de escuchar lo que dijeron Judy y la Tía Sandra, probablemente pienses que yo también he cometido un crimen atroz, ¿verdad?”.

El Gran Viejo Amo Yorks parecía culpable. “Oh…”.

“¿Están mintiendo, quizás?”. El Gran Viejo Amo Yorks miró a Judy y Sandra con furia.

Angeline sacudió la cabeza y dijo con un aura intimidante: “Dijeron la verdad”.

El Gran Viejo Amo Yorks ahora estaba perplejo.

Si Angeline realmente había abofeteado a Chloe, ¿por qué se veía tan segura y justificada entonces?

Angeline continuó: “Déjame contarte lo que pasó ayer”.

“Cuando mi suegra me vio, Zayne y Josephine intentaron alejarme para evitarla, pero ella me provocó y dijo que tenía miedo de verla porque había hecho algo malo”.

Angeline le dijo que Chloe la llamó una maldición que trajo la desgracia a su propio esposo.