¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1757

El Gran Viejo Amo Ares no pudo evitar reír. “JJ, realmente te has superado en amar a esta chica. Ella quiere un ensayo completo, ¡que sea de 1000 palabras! Pero viendo lo talentoso que eres con las palabras, no veo que eso sea un desafío para ti. Creo que ella está encontrando una manera de sacarte de esta situación”.

El Gran Viejo Amo Ares luego llevó a Jay al patio trasero.

Jay se sentó en el sofá, luciendo deprimido y pensativo.

Cada vez que iba al Campo del Buque Fragante, obviamente estaba decidido a regresar rápidamente a casa. Sin embargo, ¿por qué siempre se quedaba allí durante mucho tiempo sin una buena razón?

Quizás a Angeline no le había ido muy bien estos días y se estaba sintiendo bastante sola. ¿Era esa la razón por la que quería adoptar a ese conejo callejero?

El Gran Viejo Amo Ares ordenó a sus sirvientes: “Preparen un juego de caligrafía para el Joven Amo Jay”.

El sirviente rápidamente trajo un bolígrafo de caligrafía, tinta y papel.

Jay miró al Gran Viejo Amo sin palabras. “¿No es suficiente un bolígrafo?”.

Él quería terminar rápidamente de una vez para poder suplicarle perdón a Angeline.

Aunque escribir lo haría parecer más sincero, eso le tomaría demasiado tiempo.

“JJ, tienes que prestar atención a los detalles si quieres convencer a una mujer. Déjala ver tu sinceridad, y una vez que la ira en su corazón se disipe, tu vida también será más fácil”.

Jay tomó el bolígrafo y comenzó a escribir con elocuencia.

Una vez que terminó, Jay se puso de pie. “Me dirijo de regreso”.

El Gran Viejo Amo Ares tiró de él hacia atrás. “JJ, Angeline todavía está enojada. Sería mejor que la dejaras calmarse un poco. Puedes quedarte en casa del Abuelo esta noche”.

Jay sonrió y dijo: “La chica tiene una debilidad. Abrirá la puerta una vez que la convenza”.

Al ver lo terco que era, el Gran Viejo Amo Ares le dio otra idea: “Si quieres entrar, intenta ganarte simpatía y ábrete camino para entrar”.

Jay luego abandonó apresuradamente la escena.

Angeline fue tomada con la guardia baja.

Jay llevó a Angeline al dormitorio. Cuando salió del baño, descubrió que Angeline había apagado las luces y ya estaba dormida.

Era raro que la atmósfera fuera tan tranquila.

Jay trató de palpar la cama y se acostó frente a Angeline.

Angeline estaba durmiendo lejos de él.

Ella simplemente no podía comprender por qué Jay fue tan amigable con Judy.

Jay solo pudo inclinarse más cerca de ella y extender sus brazos para abrazarla. Él preguntó en voz baja: “¿Al menos deberías decirme por qué estás enojada?”.

Angeline se levantó y sus ojos brillaron con una luz deslumbrante en medio de la noche oscura. “¿No sabes lo que hiciste mal?”. Angeline ya casi estaba llorando de rabia.