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Uno de los jóvenes sacó una botella de ácido sulfúrico concentrado. Desenroscó la tapa con la intención de verterla en la cara de Judy.
Judy se estremeció de horror. Jay estaba a punto de destruir el hermoso rostro del que ella siempre se había enorgullecido.
“¡Por favor, no lo hagas!”. Ella era una artista marcial. De repente, saltó y el ácido sulfúrico concentrado bajó por su espalda.
“¡Auxilio!”, Judy gritó trágicamente.
Sandra y Chloe se asustaron mucho cuando vieron lo que le sucedió a Judy.
“¡No!”.
Las costillas de Sandra estaban rotas. Estaba tirada en el suelo, sufriendo un dolor punzante.
Uno de los mercenarios pisó la mano de Chloe. Su mano estaba ensangrentada y destrozada.
El Gran Viejo Amo Yorks estaba viendo la violenta escena, su rostro estaba tan pálido como un fantasma. Trató de detenerlo pero no estaba seguro de cómo.
“Es karma. ¡La familia Yorks ha pecado demasiado y esto es venganza!”, gritó.
El Gran Viejo Amo Yorks, Spencer Yorks y Jordan Ares observaron cómo se desarrollaba la tragedia... pero no podían hacer nada al respecto. Eso era porque los mercenarios de Jay los estaban bloqueando.
Si se atrevían a detenerlos, Jay seguramente haría que los golpearan también.
Cuando llegó el Gran Viejo Amo Ares, su rostro se puso pálido al ver la escena frente a él.
“JJ, detente”. Se acercó a toda prisa tambaleándose.
Jay le ordenó al sirviente con frialdad: “Llévate al Gran Viejo Amo Ares de vuelta a casa. Nadie puede intervenir”.
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