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Chloe la miró con curiosidad y dudas en sus ojos. “¿Estabas de buen ánimo después de ser encarcelada?”.
Angeline asintió. “Yo acababa de regresar de someterme a una cirugía plástica en ese momento, y Jaybie estaba tan enojado que me ignoró. Cometí un error, así que me ató. Pero estaba feliz porque él no decidió echarme. En cambio, me mantuvo a su lado”.
Chloe había entendido completamente.
Durante ese tiempo, ella había estado en constante dolor y desesperación mientras creía que todos sus familiares la habían traicionado. Incluso estaba tan frustrada que quería suicidarse. Sin embargo, los comentarios de Angeline la hicieron recuperar algo de confianza.
¡Después de todo, su familia no la había abandonado!
Chloe miró a Angeline con desconcierto. “¿Por qué me cuentas todo esto?”.
El rostro de Angeline era indiferente. “Solo recordaba”.
Los ojos de Chloe brillaron intensamente.
“Entonces, ¿qué haces aquí?”. Preguntó Chloe de nuevo.
Angeline estaba tan tranquila como un charco de agua mientras decía: “Me casaré con Jaybie. Hiciste todo lo posible para evitar que nos amáramos, pero el resultado fue contraproducente. Creo que en esta guerra entre las dos, al final soy yo la vencedora”.
Chloe se rio entre dientes en vez de enojarse. “Felicidades”.
Angeline se puso de pie y soltó la cadena de Chloe mientras decía: “Jaybie no te matará, pero no te dejará escapar fácilmente. Puedo ayudarte a salir del Chalet de Turmalina, pero me pregunto si, ¿estás dispuesta a aceptar mi ayuda?”.
Chloe miró a Angeline.
Los ojos de Angeline eran claros como el cristal y serenos. Se veían tan transparentes, sin impurezas. Si debía interpretar la luz que llenaba sus ojos, era una especie de brillo compasivo.
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