¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1862

Sobre ¡Buenas noches, Señor Ares! - Capítulo 1862

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Finn estaba entre risas y lágrimas.

Quizás porque Bebé Zetty a menudo le confesaba sus pensamientos a Finn, así que frente a esta gran confesión, Finn trató de rechazarla de todos modos.

Como siempre, miró a Bebé Zetty con impotencia y le dio unas palmaditas en la cabeza antes de decir: “Zetty, ¿cuántas veces lo tengo que repetir para que entiendas? Eres mi hermanita más preciada y te cuidaré bien. Pero eso no significa nada más”.

Bebé Zetty le apartó la mano. “Ya no soy una niña. Te estoy confesando mi amor ahora mismo. No me rechaces, por favor”.

Finn estaba acorralado. “¿De verdad quieres mi respuesta? Bien, te lo diré directamente. Tú y yo no terminaremos juntos en esta vida”.

Grandes lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Bebé Zetty. Se cubrió la cara y salió corriendo.

“Zetty”. Finn quería perseguirla. Sin embargo, temía que Zetty malinterpretara sus intenciones como amor, así que se detuvo.

Tempestad, Tormenta y Grayson se pusieron de pie. Sin embargo, mientras la perseguían, Bebé Zetty había corrido llorando al baño.

Los tres regresaron frustrados y le pidieron ayuda a las chicas. “Zetty fue al baño. ¿Alguna de ustedes puede ayudarnos entrando y cuidándola?”.

La mujer que había conversado con Finn antes tomó la iniciativa de ofrecer: “Yo iré”.

Cuando llegó al baño, vio a Bebé Zetty agachada en la esquina, llorando desconsoladamente. Se acercó a ella, tomó un pañuelo y se lo entregó.

Bebé Zetty tomó el pañuelo y le dio las gracias. “Gracias, Señorita”.

Una oscura sombra brilló en los ojos de la mujer. Ella también admiraba a Finn durante mucho tiempo, pero no tenía tanta suerte como Bebé Zetty, que podía pasar su tiempo con Finn todos los días. Para ella, incluso echarle un vistazo a Finn era un lujo.

Había celos en su corazón cuando se puso en cuclillas y le dijo a Bebé Zetty de una manera extraña: “Eres la princesita de la familia Ares. Si no le gustas al Hermano Finn, puedes obligarlo a casarse contigo. Él no se atreverá a desobedecer tus órdenes”.