¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1898

Angeline dijo: “Los ojos de ellos son más grandes que los de tu hijo, sus narices son más altas que las de tu hijo y sus caras son más pequeñas…”.

Jay miró a Zayne y a Angeline quienes estaban ocupados discutiendo la apariencia del recién nacido y se sintió aún más decepcionados.

Angeline sintió que Jay estaba molesto. Le entregó el bebé a Jay. “Mi amor, es tu turno de cargarlo”.

Jay no estaba interesado en el bebé y dijo: “Zayne debería cargarlo”.

Zayne extendió la mano, pero cuando Angeline le entregó al niño, rápidamente retiró las manos. Dijo con amargura: “Yo, yo... no puedo cargarlo. Angeline, deberías cargarlo tú. No sé cómo cargar a un niño tan lindo”.

Jay se puso de pie, colocó al bebé en los brazos de Zayne y dijo: “Este es tu hijo. Tienes que aprender a cargarlo. Josie estará descansando por el momento y Angeline es débil. Nadie estará aquí para ayudarte a cargar al niño. Si no lo cargas, ¿quién lo hará?”.

Zayne parecía petrificado. Él le rogó con lástima a Jay: “Señor Ares, por favor no lo hagas. Admito que no he sido el más amable contigo, pero no tomes represalias contra mí ahora. Te lo ruego, por favor ayúdame a cargar al bebé. ¡Rápido, o el bebé podría caerse! Oh Dios mío, ¿por qué tiene la cabeza tan blanda…?”.

Jay dijo en broma: “¿Quieres que cargue al bebé por ti? Está bien, llámame ‘Papi’”.

Zayne dijo sin un rastro de vergüenza: “Papi, Papá, señor…”.

Angeline miró a los dos hombres ingenuos en silencio.

Jay se llevó al niño. Zayne descubrió que sus manos estaban tan rígidas como el hierro.

“¿Cuál es el nombre del niño?”, preguntó Jay.

Zayne dijo: “No lo he pensado todavía”.

Jay lo miró enojado. “¿Qué has estado haciendo antes de esto? ¿No debiste haberlo pensado de antemano?”.

Muchas de las tareas recayeron en Angeline, por lo que estuvo ocupada desde el día hasta la noche.

Jay sintió pena por Angeline y llamó a Grayson. “Por favor, consígueme cuatro enfermeras que se especialicen en atención posparto”.

Las enfermeras llegaron por la tarde para relevar a Angeline. Cuando Jay estaba a punto de llevarse a Angeline a casa, Zayne intervino y dijo: “¿Podemos confiar en las enfermeras que contrataste? ¿Ellas abusarían de mi hijo?”.

Jay dijo: “Tienes que estar alerta y vigilarlas todo el tiempo”.

Zayne tomó la mano de Angeline y suplicó con amargura: “Hermana, no te vayas. Si te vas, no sabré qué hacer”.

Angeline tuvo que quedarse.

¡El Señor Ares estaba furioso! “Zayne, tienes a los doctores para atender a Josie y cuatro enfermeras para atender a Joseph. ¡No necesitas que Angeline esté aquí!”.