Leia Capítulo 1925 com muitos detalhes únicos e culminantes. A série ¡Buenas noches, Señor Ares! é um dos romances mais vendidos de Internet. O capítulo Capítulo 1925 mostra a heroína caindo no abismo do desespero e da angústia, de mãos vazias, mas, inesperadamente, um grande evento acontece. Então, qual foi esse evento? Leia ¡Buenas noches, Señor Ares! Capítulo 1925 para mais detalhes.
Angeline solo estaba pidiendo clemencia por Ash porque ella era amable por naturaleza.
Sin embargo, a los ojos del Señor Ares, quien estaba al borde de un colapso emocional debido a la envidia, su comportamiento no era más que echar más leña al fuego.
Grayson miró al Señor Ares con temor. Jay, enojado, escribió una serie de palabras en un papel.
Grayson entendió lo que quería decir con eso y dijo: “Señora, esta es la orden del Señor Ares y no podemos desafiarla. Si quiere hacer una súplica de indulgencia por Ash, creo que usted misma debería hablar con el Señor Ares”.
Angeline no era tonta. Sabía que Grayson era a menudo el que ejecutaba las órdenes del Señor Ares.
Angeline amenazó e intimidó a Grayson: “Te lo advierto. El Señor Ares todavía está enojado, por lo que no se te permite ejecutar sus órdenes. Hablaremos de esto mañana cuando su ira se haya disipado”.
“Señora, usted comprende el temperamento del Señor Ares mejor que nadie. Si usted no lo calma, entonces él nunca dejará de sentirse enojado”.
“Lo sé. ¿No ves que estoy tratando de encontrar una manera?”.
“Oh”.
Grayson colgó y miró a Jay encantado.
“¿Escuchó eso, Señor Ares? La Señora dijo que se disculpará con usted”.
El rostro oscuro e hipnótico de Jay brillaba con anticipación.
Desde pequeña, esa mujer nunca había tomado la iniciativa de disculparse incluso después de haber cometido todo tipo de errores, mayores o menores.
Jay salió del trabajo temprano en la tarde y se apresuró a volver a casa con entusiasmo.
Angeline estaba sentada en el sofá, y al ver a Jay, una pizca de pánico y ansiedad apareció en su hermoso rostro.
Jay se acercó a ella y le preguntó con semblante serio: “¿Escuché que quieres ofrecerme una disculpa?”.
Angeline estaba sorprendida...
“¿Cuándo dije que me iba a disculpar contigo?”. Claramente ella no había dicho tal cosa.
La bola de esperanza en los ojos de Jay se extinguió sin dejar rastro.
Dejó a Angeline sola y subió las escaleras.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Buenas noches, Señor Ares!