¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1932

Jay la cubrió con una manta, se levantó de puntillas de la cama y bajó las escaleras.

Tanto Zayne como Josephine estaban sentados en el sofá de la sala de estar, sintiéndose como en casa. Encontraron algunos granos de café y prepararon café, bebiendo mientras se sentaban alrededor de la mesa de centro de una manera cómoda y relajada.

Josephine miró a Jay con nerviosismo y dijo: “Hermano, ¿sabes que le dí a la Hermana Angeline una prueba de embarazo?”.

Jay asintió. “Mm-hmm”.

Casi podía adivinar que la pareja estaba allí para comprobar si Angeline estaba embarazada.

Con el fin de mantener las cosas pacíficas y cómodas para Angeline durante el inicio de su embarazo, Jay decidió mantener la noticia en secreto y no decirles por ahora para que no la difundan a todos los demás. Si sus familiares vinieran a visitar a Angeline, eso solo haría que Angeline no descansara lo suficiente.

“¿La Hermana Angeline está embarazada?”, preguntó Josephine emocionada.

Jay trató de indagar y le preguntó: “¿No sabes si está embarazada o no?”.

Josephine dijo con amargura: “La Hermana Angeline salió corriendo con la prueba de embarazo. Por supuesto, ella primero compartirá esta buena noticia contigo”.

Jay estaba secretamente encantado. Parecía que él todavía ocupaba un lugar especial en el corazón de Angeline.

“Es difícil de saber”, dijo Jay de forma ambigua.

Zayne estaba confundido. “Entonces, ¿está embarazada o no?”.

Josephine tiró de la manga de Zayne. “Por supuesto que lo está. ¿No has notado lo somnolienta que está la Hermana Angeline durante el día? Eso es claramente el agotamiento del embarazo”.

Zayne sacó su teléfono móvil de inmediato. “Llamaré a mis padres para deleitarlos con esta buena noticia”.

Josephine le arrebató el teléfono a Zayne inmediatamente y le indicó que mirara la hosca expresión de Jay.

Josephine dijo: “Una madre es propensa a sufrir un aborto espontáneo durante la etapa inicial del embarazo. El Hermano Jay solo quiere que la Hermana Angeline esté en un ambiente tranquilo y cómodo”.

Zayne se dio cuenta de repente.

Jay dijo: “Puedes irte ahora. Si alguna vez vuelves a venir a mi casa con platillos, te convertiré en un platillo. Te lo advierto”.

Zayne miró a Jay con los ojos en blanco. “¿No crees que eres demasiado cruel?”.

Jay estaba ansioso por echar a estos dos alborotadores de la casa y les preguntó: “¿No tienen miedo de que los sirvientes abusen de su hijo por dejarlo solo y venir hasta el Chalet de Selene?”.

Zayne inmediatamente arrastró a Josephine con él y se fue a la velocidad del rayo.

Cuando Angeline se despertó, bajó las escaleras vestida con un camisón.