¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1956

Si no se iban a casar, ¿entonces por qué Tammy estaba escogiendo un vestido de novia?

Angeline solo podía pensar en dos posibilidades para esto. En primer lugar, Tammy no pudo tener la boda, se sintió perdida y quiso probarse algunos vestidos de novia solo para experimentar la alegría de ser una novia.

Si ese fuera el caso, entonces sería un caso trágico para ella.

Sin embargo, existía la otra posibilidad de que Tammy se hubiera probado deliberadamente los vestidos de novia en frente de Bebé Zetty para revelar la noticia de su matrimonio con Finn.

Si ese fuera realmente el caso, entonces esta mujer podría parecer tonta y dulce, pero en realidad, ella era una mujer perspicaz y astuta. Por supuesto, para lograr tal tarea, tendría que preguntar sobre el paradero de Bebé Zetty y familiarizarse con las rutas que tomó después de la escuela…

Angeline era una persona bondadosa, así que se negaba a creer que los gustos de Finn fuesen tan malos. Como tal, se convenció a sí misma de que Tammy era una buena chica.

Ella no debería sospechar de ella.

Angeline dijo: ‘’Es uno de los deseos de Hermano Finn tener una familia propia, así que después de conocer a la chica correcta, él no tiene razón para renunciar a ese sueño. Pero en cuanto a si lo que siente es amor o no, me temo que ni siquiera el mismo Finn podría ser capaz de responder esta pregunta’’.

La expresión de Bebé Zetty se oscureció. ‘’Entonces, ¿por qué él no pudo intentar aceptar mi amor en su lugar?’’.

‘’Es porque todavía eres joven, y el Hermano Finn es un hombre con limitaciones morales. No tendrá sentimientos para niñas menores de edad, y ese es el estilo de los caballeros. Si realmente le gustas o no, me temo que no lo sabremos hasta que hayas crecido’’.

Bebé Zetty asintió ante su explicación.

Angeline besó a Bebé Zetty en la mejilla y dijo: ‘’Es tarde, cariño. Descansa’’.

‘’Buenas noches, Mami’’.

Cuando Angeline regresó a su habitación, las lámparas de pared de la habitación aún estaban encendidas y Jay estaba sentado en la cama, leyendo un libro para pasar el tiempo tranquilamente. Al ver a Angeline entrar a la habitación, dejó su libro a un lado.

Angeline se veía un poco apática mientras se dirigía hacia él. Luego, levantó la manta y se acostó en la cama.