¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2005

Las pupilas de águila de Jenson estallaron en rayos de luz cuando hablaron de hipnotismo. Miró a Bebé Robbie, muy animado mientras le preguntaba: “Oye, ¿quién es mejor en hipnotismo, yo o la Señora Nephele?”.

Bebé Robbie seguía tan distraído como siempre al responder. “Lo sabrás cuando compitas con ella”.

Jenson asintió mientras decía: “Gran idea”.

Él miró a Bebé Robbie mientras albergaba intenciones maliciosas y lo llamó gentilmente: “¿Robbie?”.

Bebé Robbie levantó la mirada y vio una sombra negra flotando frente a él. A veces parecía ser una criatura parecida a un dragón, y ocasionalmente, cambiaba de forma a un ganso salvaje... Bebé Robbie preguntó con asombro: “¿Qué eres?”.

“Robbie…”. Una melodiosa voz femenina sonó en los oídos de Bebé Robbie.

“¿Quién eres tú?”. Bebé Robbie entrecerró las pupilas y su conciencia fue entrando gradualmente en un estado psicodélico.

“Soy descendiente del clan Davis y estoy aquí para pedirte algo…”.

“¿Clan Davis? ¿Eres la Señora Nephele?”.

Jenson miró desconcertado a Bebé Robbie, que parecía haber caído en un espacio de ensueño. Al escuchar sus salvajes balbuceos, Jenson estaba confundido.

Él simplemente hipnotizó a Bebé Robbie, pero no esperaba que Bebé Robbie cayera en el espacio del sueño de la Señora Nephele.

“¿Qué quieres?”, preguntó Bebé Robbie con un murmullo mientras entrecerraba los ojos.

“Un libro”. En este momento, la Señora Nephele salió de un brillante rayo de luz y se paró frente a Bebé Robbie.

“¿Libro? ¿Qué libro?”. Bebé Robbie miró a la Señora Nephele con asombro. Cuando vio el cuerpo de la Señora Nephele cubierto por la luz de la luna, Bebé Robbie sintió como si hubiera despertado de un sueño.

Jenson estaba aún más frustrado y escupió las palabras: “¿Recuerdas tu sueño? Parece que mi hipnotismo duró poco tiempo. Además, no borró ninguno de tus recuerdos. Mi poder es simplemente cosa de niños comparado con el de la Señora Nephele”.

Bebé Robbie miró al actualmente abatido Jenson. Desde niño, Jenson había sido un estudiante con un rendimiento académico excepcional, y era el primero en todo, por eso podía ser arrogante con todos los demás. Era normal para él sentir una sensación de disparidad por perder ante un don nadie como la Señora Nephele cuando se trataba de habilidades de hipnotismo.

Bebé Robbie le dio unas palmaditas en el hombro para consolarlo y le dijo: “Oh, Jens, no te desanimes tanto. No siempre puedes estar disfrutando de las alegrías de las victorias. A veces, tienes que apreciar el sabor del fracaso para enriquecer tu vida”.

Jenson asintió, pero su rostro aún parecía sombrío.

En este momento, parecía que Bebé Robbie aún no se había terminado de expresar y continuó: “Maldición. Es una pena que me haya despertado a la mitad del sueño. ¿Debería haberle preguntado a la Señora Nephele qué libro estaba buscando?”.

Jenson pensó de repente en algo y su expresión facial se hizo más profunda.

“¿Qué pasa contigo?”. Bebé Robbie notó el comportamiento anormal de Jenson.