¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 204

Después de que entregaron el vestido, Rose miró la caja exquisitamente elaborada y de repente se quedó estupefacta.

Era una edición limitada de Milán HY que costaría aproximadamente diez mil dólares.

Ella nunca podría pagar los daños si accidentalmente lo ensuciara o dañara.

"Creo que es mejor olvidarlo, Señor Ares. El vestido es demasiado costoso".

Jay la miró fijamente con ojos de águila. "¿Cómo sabes que es caro?".

Rose se dio cuenta más tarde de que había expuesto algo que no debería haber hecho.

"Lo adiviné", respondió ella con la conciencia culpable.

Las dudas en los ojos de Jay se hicieron más fuertes, y la mirada que le lanzó a Rose se volvió algo más profunda.

“No es exorbitante. Y es para ti".

Rose lo miró con asombro.

‘¿Este tipo está dispuesto a regalarme un vestido tan caro? ¿Quizás el vestido dentro de la caja no es original?’.

Rose abrió la caja suavemente y con cuidado. La caja de regalo de este vestido era ridículamente lujosa, incluso los botones estaban hechos de oro blanco puro.

Ella estaba muy familiarizada con esto ya que solía usar ropa de Milán HY.

Jay observó sus hábiles movimientos, y se podía ver la consternación en sus ojos.

Aunque esa cerradura era del tipo con un botón incorporado, muchos no podían abrir estas cajas sin la paciente guía de la dependienta de HY.

Era evidente que no era la primera vez que Rose manejaba esta marca de ropa.

Una vez que abrió la caja y vio el vestido, quedó atónita por el bordado de diamantes en su pecho.

Cada uno de estos diamantes eran diamantes impecables de corte alto ensamblados en formas de flores diminutas. ¿Cómo podría ser económico este vestido?

"No puedo usar este vestido, Señor Ares". Rose apartó el vestido asustada.

Pronto, Rose se puso el vestido y bajó.

"Voy a llegar tarde, así que me voy". Corrió hacia la puerta.

Jay la miró y vio el vestido esmeralda. Parecía una flor blanca incrustada con mijos de diamantes. Su cabello estaba peinado en medio moño junto con horquillas de diamantes, lo que la hacía lucir atractiva.

"Iré contigo". Él de repente se puso de pie y salió por la puerta.

Rose lo miró estupefacta. "¿No dijiste que tienes otros asuntos que atender esta noche?".

Jay le devolvió la mirada, se veía tranquilo y sereno.

Rose lo entendió al instante. ¡Resultó que lo que tenía que atender era el banquete de bienvenida de Sean!

¡Este tipo estaba planeando hacer lo que quisiera y privar a otros de sus derechos!

¡Qué escoria!