¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2075

Nephele miró a Jenson con desprecio y se burló. “Nunca te lo diré”.

Jenson contempló por un momento y luego le echó un vistazo a la habitación de la hermosa mujer. La oscuridad brilló en sus ojos mientras decía: “Esta noche estás aquí por ella, pero su apellido también es Boye”.

Nephele se burló y dijo: “Sí, esta noche vine por ella. Pero es porque ella es la rata de laboratorio de la familia Davis”.

Jenson entrecerró los ojos. “¿Estás realizando experimentos en ella?”.

Nephele exclamó con orgullo: “Todo su cuerpo está cargado de venenos, pero todos los venenos deben ser inyectados con la última droga guía para activarse. Solo yo podré contener tales sustancias venenosas. ¿Te atreves siquiera a tenerla a tu lado? Te aconsejo que me la devuelvas”.

Jenson dijo: “Su apellido es Boye, por lo que ella pertenece a la familia Boye. Los Boye y los Ares son familia política, lo que significa que somos parientes. Nunca te la entregaré”.

Nephele dijo: “Si no me la entregas, entonces en tres años, ella se brotará debido a la toxicidad y se convertirá en un depósito ambulante lleno de venenos. Eso causará un sinfín de problemas si no logras cortar el problema de raíz. No digas que no te lo advertí, Jenson Ares”.

En este momento, la hermosa mujer salió. Cuando ella vio a Nephele, una expresión de feroz resistencia y temor apareció en sus pupilas.

“No voy a ir contigo. No quiero ser tu rata de laboratorio”.

Ella caminó hacia Jens y se detuvo cuando estaba a un metro de él. Ella le suplicó con sinceridad: “Sé que no soy una persona normal, Jens. Pero te lo ruego, no me entregues a ella. Soy un ser humano, no su marioneta, ni soy su conejillo de indias. Déjame quedarme en la casa de los Ares y preparar un lugar aislado para quedarme. Estoy dispuesta a quedarme allí para siempre y nunca seré una molestia para ustedes”.

Después, hubo un ruido sordo mientras ella se arrodillaba ante Jens.

Jens dijo: “Levántate. No te preocupes, no te entregaré a este diablo. Sin embargo, te haré saber cuál es tu próximo lugar para quedarte después de discutirlo con mi familia”.

“Gracias, Jens”.

Jenson le ordenó a los miembros de Fantasma: “Lleven a Nephele Davis a la estación de policía y presenten todas las pruebas de sus crímenes”.

Todos miraron hacia arriba solo para ver a un joven encantador entrando con ojos brillantes e infinito encanto.

“¿Por qué estás aquí, Bebé Robbie?”, preguntó Jenson.

Bebé Robbie sacó el sello de su familia y la cosa siguió parpadeando ante sus ojos, emitiendo una tenue luz verde. Él murmuró impotentemente: “No sé qué está pasando con esta cosa, pero ha estado parpadeando todo el día. Mis ojos se estaban quedando ciegos por eso. Me preguntaba si me estaba advirtiendo de algo, así que me preocupé por ustedes y vine acá a chequear”.

Los ojos de Nephele miraban al frente mientras observaba fijamente al sello de la familia de Bebé Robbie sin parpadear. Luego, ella desvió la mirada hacia Bebé Robbie. Sus ojos estaban llenos de una sensación de agradable sorpresa como si ella hubiera encontrado algo por casualidad después de viajar por todas partes para encontrarlo. Sin embargo, ella estaba aún más asombrada y temerosa de Bebé Robbie.

Jenson pudo notar la anormalidad en la actitud de Nephele y ordenó a los miembros de Fantasma que sacaran la cosa de su boca.

“Parece que ella tiene algo que decir. Sáquenle el zapato”, dijo Jenson.