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Desde entonces, Bebé Robbie había estado tratando de ayudar incesablemente a Bebé Zetty. Desde recolectar ingredientes medicinales hasta clasificarlos y secarlos, incluyendo llevar algo de beber a Bebé Zetty.
Bebé Zetty podía sentir que la actitud de Bebé Robbie hacia ella había dado un giro completo. Por un momento, ella incluso sospechaba que Bebé Robbie se había enterado de su identidad. Ella inmediatamente se sentía más presionada.
Sin embargo, cuando ella estaba a punto de hacer insinuaciones para poner a prueba a Bebé Robbie, él disipó ingeniosamente sus preocupaciones.
“Salvaste a mi papi, así que a partir de ahora, eres considerada la salvadora de la familia Ares. No te preocupes. Gracias a tu gran amabilidad, mis hermanas y yo te mostraremos más respeto de ahora en adelante”.
Bebé Zetty exhaló un suspiro de alivio.
“Estoy encantada de que lo veas de esa manera”, dijo Bebé Zetty.
Bebé Robbie miró el aspecto envejecido de Bebé Zetty y se sintió extremadamente triste por ello. Bebé Zetty, Jens y él eran trillizos, por lo que la relación entre los tres era mucho más cercana. El dolor de su hermana le llegaba cerca al corazón.
Bebé Robbie cambió su acercamiento e intentó hacerla feliz en su lugar. “Abuelita, ya que tu arte de curación es tan exquisito, ¿por qué no me aceptas como tu aprendiz? Soy brillante, ya sabes”.
Bebé Zetty había pensado en aceptar aprendices. Sin embargo, entrenar a un curandero requeriría aprender el uso de muchos instrumentos y conocer los ingredientes medicinales, así como diagnosticar con precisión la condición del paciente. Nada de esto se podía enseñar de la noche a la mañana.
Además, ella no sabía cuánto tiempo le quedaba. Ella tenía miedo de estirar la pata en medio del proceso y perder el prestigio de la Señora después de enseñarle a un simple aprendiz a medias.
Bebé Zetty dijo: “Sé que eres brillante, pero no tengo ninguna habilidad para enseñarte en este momento. Si hay alguna posibilidad en el futuro, te transmitiré mis conocimientos”.
Bebé Robbie la maldijo en secreto: ‘Una vez que superes esta prueba, no me molestaré en aprender tus habilidades de todos modos’.
En este momento, Finn se acercó con un hermoso pájaro en la mano y se lo entregó a Bebé Zetty. Él preguntó: “¿Te gusta? Es para ti”.
Bebé Zetty se acercó y quedó extasiada. “Es bello”.
Finn sonrió y dijo: “Con este amigo haciéndote compañía, no te sentirás sola en el futuro”.
Bebé Zetty no era muy experta en animales y preguntó con curiosidad: “¿Qué clase de pájaro es?”.
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