¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 220

Cuando Jay Ares no logró consolarla, se enojó sorprendentemente. "Rose Loyle, conoce tus límites".

Rose lo miró fijamente, tragó saliva y dijo tímidamente, "¿No te rogué que me ayudaras?".

Jay se rindió por completo con ella. "No vale la pena perder el tiempo contigo".

Después de eso, la atmósfera en el coche se tornó helada.

Ninguno de los dos habló. Cuando Grayson vio que el presidente estaba descontento, rápidamente encendió la música, con la esperanza de cambiar la atmósfera.

La canción era del concierto de Angeline Severe. Jay y Rose ya se estaban ignorando. Cuando él de repente escuchó la voz de Angeline, Jay sintió una oleada de ira crecer dentro de él. Este tonto ignorante. Le gritó a Grayson, "Apágalo".

Rose miró fijamente al gruñón de Jay, pensando que estaba enamorada de él, pero él ni siquiera podía soportar escuchar el sonido de su voz. De repente sintió como si estuvieran parados en dos extremos opuestos de la tierra.

"Quiero escucharlo", ella protestó suavemente.

Jay la miró fijamente. Después de ver el brillo rebelde en su mirada, las comisuras de sus labios se arquearon para formar una leve sonrisa.

"¿Sabes quién es el cantante?", preguntó él.

Rose vaciló por un momento, luego negó con la cabeza. "¡No!".

Tan pronto como dijo eso, la infantilidad de Rose volvió a aparecer. Abrió sus ojos negros como la tinta y miró directamente a Jay. Ella comenzó a echarse flores. "Pero tiene una voz encantadora como si pudiera aliviar todas las preocupaciones que atormentan la mente de una persona. ¿No lo crees?".

Jay no pudo evitarlo. "Mm".

¡Qué narcisista jactanciosa!

Rose decidió llevarlo más lejos. “Grayson, al Señor Ares también le gusta esa canción. Por favor suba el volumen".

Sin la orden directa del presidente, ¿cómo se atrevería Grayson a poner la música por su cuenta?

No era tonto. Era obvio que era Rose quien quería escucharlo.

"¡Ponla!", ordenó Jay.

El Rolls-Royce se detuvo en Colores del Horizonte.

Jay abrió la puerta y se dirigió al otro lado. Quería abrir la puerta para ella, pero antes de que pudiera, Rose ya había abierto la puerta y salió por su cuenta.

Ella nunca esperó que él fuera un caballero para ella.

Jay estaba congelado en su lugar. Vio como Rose caminaba hacia la villa hoscamente, suspirando casi inaudiblemente.

De repente recordó algo y bajó la ventanilla del asiento del conductor. Grayson lo miró desconcertado.

"¿Tiene alguna orden, Presidente?".

"Ve e investiga qué tipo de crisis está enfrentando la empresa familiar de los Severe".

"Está bien", respondió Grayson.