Resumo do capítulo Capítulo 2242 de ¡Buenas noches, Señor Ares!
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Jenson miró la carne apilada en su plato, y una sonrisa gentil se desbordó en sus ojos. Él aceptó esta forma disfrazada de ayuda de emergencia de sus compañeros de dormitorio. Esta era la primera vez en su vida que él recibía ayuda de otra persona.
De repente, una figura elegante llegó como una brisa fresca que rozaba el rostro de Jenson. Justo cuando recuperó sus sentidos, él vio a Savannah sentada a su lado sin pedir permiso.
Era como si ella estuviera muy familiarizada con él.
Timothy y Quinton fijaron sus ojos en ella, mirando directamente al rostro de Savannah.
Había un par de ojos grandes que la hacían parecer ingeniosa en su rostro redondo. Sus ojos brillaban como obsidiana y eran tan brillantes como estrellas.
Su belleza irradiaba una sensación de inteligencia.
Savannah esbozó una brillante sonrisa a Timothy y Quinton en el lado opuesto. "Hola, mi nombre es Savannah Jones".
Quinton y Timothy eran ambos los mejores estudiantes que no le prestaban atención a los asuntos externos cuando eran estudiantes de secundaria. Ellos eran del tipo que se concentran en enterrar sus rostros en los libros. Al ver a una hermosa chica hablándoles con entusiasmo, ellos sintieron que la electricidad fluía en ellos mientras las puntas de sus orejas se ponían rojas en un instante.
"Hola. Hola. Mi nombre es Timothy". Timothy se estaba limpiando las manos en la camisa, temiendo ensuciar la mano de Savannah. Luego, extendió la mano para estrechar la suya.
"Mi nombre es Timothy Sanders".
Quinton le apartó la mano de un golpe y dijo: "No intentes aprovecharte de una chica".
Luego, le dijo de manera halagadora a Savannah: "Soy Quinton Banners".
Después de que Savannah saludó a Timothy y Quinton, volteó la cabeza para mirar a Jenson. Ella preguntó: “¿Eh? ¿No predije que te encontrarías con un baño de sangre? ¿Por qué te ves bien?”.
Jenson le puso los ojos en blanco y dijo: "Tus trucos de estafa son inútiles conmigo, así que mantente lejos de mí".
Savannah tenía más miedo de que los demás dijeran que ella era incapaz en su especialidad. Cuanto más incrédulo estaba Jenson de sus habilidades, ella más quería de manera desesperada demostrar su valía.
"Entonces te haré otra predicción".
Savannah sacó una baraja de cartas del tarot de su bolsillo y se las entregó a Jenson. "Toma una".
Jenson permaneció indiferente.
Savannah dijo: "Solo elige una".
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