¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2252

“Jenson, cuando los vi a ti y a Quinton juntos, había una nube oscura sobre tu cabeza. Las nubes oscuras significan peligro. Tienes que estar más pendiente de él”, dijo Savannah.

Jenson dijo: “¿Cuánto tiempo más planeas engañar a los demás?”.

Savannah no le respondió.

La fría mirada de Jenson recorrió su rostro. “¿Eres muda ahora?”.

Savannah dijo tímidamente: “¿Pensé que no querías que hablara?”.

Jenson estaba increíblemente sin habla.

Savannah dijo de manera significativa: “Jens, ¿de verdad no crees en lo que digo o simplemente te rehúsas a creerme?”.

Jenson se quedó callado ante su pregunta.

Cuando él pensó en el alma de su madre que había transmigrado, él no podía negar completamente lo que estaba diciendo Savannah.

En lo que Jenson no creía era en la habilidad de Savannah.

Ella era simplemente una chica tonta y corriente. Jenson se rehusaba a creer que la chica realmente tuviera el poder espiritual para predecir el futuro.

Además, él se resistía un poco. La chica había predicho que ellos terminarían juntos en el futuro, así que si Savannah realmente tenía tal habilidad para predecir el futuro... Hablando francamente, todavía era difícil para Jenson aceptarlo.

Él miró a Savannah, pensando en lo irritante que sería pasar toda la vida con esta chica delgada que no era nada especial para mirar.

Cuanto más él pensaba en ello, más nervioso se ponía Jenson. El bolígrafo que tenía en la mano garabateaba con fuerza el cuaderno. Después de que se formaran algunos trazos más y más líneas, Jenson descubrió que había dibujado un retrato de una chica.

Ella parecía tener entre 17 y 18 años. Ella era hermosa, seductora e increíblemente deslumbrante. Sus ojos parecían destellar cada vez que él miraba el retrato. Era como si toda la Vía Láctea estuviera en sus ojos.

Era Whitney.

Jenson se sobresaltó. ¿Qué estaba pasando con él estos días? ¿Por qué él estaba pensando con frecuencia en ella?

Si él tuviera que contar el tiempo que ellos habían estado separados, ya habían pasado cuatro años. Ella ya era una mujer de unos 20 años, por lo que ella habría comenzado a tener citas hace mucho tiempo.

Quizás ella incluso había encontrado a su verdadero príncipe azul. Quizás ella ahora estaba casada y tenía hijos.

Savannah estaba desconcertada. “¿Por qué hiciste eso, Jens?”.

Jenson respondió: “Ella está en mi corazón y eso es suficiente para mí”.

Al escuchar esto, Savannah sentía que cada célula de su cuerpo estaba impregnada de celos.

Ella se reclinó en su asiento en silencio y suspiró con desesperación.

Ella sentía una sensación de impotencia, como si siempre habría alguien mejor que ella que la eclipsara en todo momento.

Era tan amargo…

Ella quería llorar…

Sus lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.

Savannah dijo para sus adentros algo abatida: ‘Jens, no tienes idea de que incluso estoy dispuesta a intercambiar diez años de mi vida por ti’.