¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2330

Bebé Zetty se divertía al ver como Finn se avergonzaba.

Aunque Finn no era joven y ya contaba con bastante experiencia en las citas, y aun asi todavía no tenía ni idea de cómo lidiar con la provocación de Bebé Zetty hacia él. Era más bien un niño grande sin experiencia.

Cuando Bebé Zetty se inclinó de nuevo, Finn golpeó inmediatamente su punto de acupuntura y Bebé Zetty se paralizó al instante.

Finn la miró satisfecho, quien finalmente se acomodó obedientemente, y dijo: “No soy alguien con quien se pueda jugar fácilmente”.

Bebé Zetty frunció los labios con una expresión de agravio en su rostro. Incluso se esforzó para exprimir un par de lágrimas de cocodrilo de sus ojos y se mostró extremadamente lamentable.

El corazón de Finn comenzó a ablandarse por ella. Después de todo, él era la única persona en la que Bebé Zetty podía confiar en el futuro. Si él la intimidaba, ella viviría una vida bastante triste.

Finn rodeó su mano en su hombro y la atrajo hacia sus brazos. Él se obligó a superar esos sentidos de corrección, justicia, integridad y honor.

Luego, él se advirtió a sí mismo para sus adentros: ‘Mientras no me quede en la misma habitación con ella, los abrazos están bien’.

Los ojos del Bebé Zetty brillaron iluminadamente.

Era su plan derribar el muro defensivo de Finn poco a poco para que pudieran vivir una vida desvergonzada y sin ser tímidos aún más pronto.

Después de que el avión aterrizara, Bebé Zetty miró la tierra desconocida y no pudo evitar sentirse triste.

“No se ve muy divertido aquí”, dijo decepcionada.

Finn la miró y supo que ella era alguien que extrañaría fácilmente su hogar. La persuadió pacientemente: “Bebé Zetty, yo seré tu padre, tu hermano y tu amigo en el futuro. Si hay algo que te preocupa, asegúrate de compartirlo conmigo”.

Bebé Zetty lo abrazó y sollozó. “Ya extraño a mi papi, a mi mami y a mis hermanos”.

La cara de Finn se hundió ligeramente. Tenía que encontrar una manera de superar su nostalgia.

Después de pensarlo, le levantó la barbilla y, como si estuviera poseído, le besó la frente.

“¿Te sientes mejor?”.