¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 234

"Entonces, si te intimido, ¿lo dejarías pasar si simplemente digo que lo siento?", Jay preguntó en voz baja.

Jay estaba complacido de que la mujer tonta fuera tan crédula.

"...Usted fue el que entró en mi habitación anoche, Señor Ares", estaba increíblemente frustrada.

"¿Estás diciendo que entré a tu habitación para ser intimidado?". Un atisbo de sonrisa apareció en el rostro melancólico de Jay.

"No quise decir eso, Señor Ares", no sabía cómo explicarse.

Él se levantó y se sentó en la cama. Frunció el ceño con inconformidad cuando vio que todavía vestía su camisa blanca.

Rose podía sentir un aura horrible que emanaba del hombre. Estaba manifestando su rabieta matutina.

"¿Qué pasa, Señor Ares?", Rose preguntó con inquietud.

"Deberías reemplazar todo en esta cama antes de esta noche", dijo entrecortadamente.

Los ojos de Rose se posaron en la ropa de cama blanca. La ropa de cama era suave, cómoda y de puro algodón. También era un color liso que le gustaba. ¿Por qué estaba insatisfecho con ella?

"¿Por qué debería de cambiarla?". Ella sintió que era bastante problemático.

"No es cómodo cuando duermo sobre ella”. Él levantó la cabeza y la miró enojado.

"Esto es Sueños Nublados y no Colores del Horizonte, Señor Ares", le recordó.

En otras palabras, él no tenía que quedarse allí.

Los ojos de Jay estaban a punto de arrojar fuego cuando la miró a los ojos. "Lo sé". Sonaba furioso.

Rose estaba confundida. Si él sabía que no estaba en su casa, ¿por qué le ordenaba hacer tantas cosas?

"No tienes que dormir aquí si no te gusta", ella apretó los dientes y le explicó sus intenciones.

"Robbie está aquí. Vendré y acompañaré a mi hijo tantas veces como quiera", dijo él sin vergüenza alguna.

Rose no supo qué responder.

El temperamento de Rose se disipó instantáneamente cuando vio su rostro inocente. 'Muy bien, cambiaré el armazón de la cama también, solo porque eres guapo'.

Se dio la vuelta y salió. "Llame al jardín de infantes y confirme que los niños están a salvo. ¡Iré a la tienda departamental ahora!".

Jay se quedó mirando su delgada figura. "Regresa".

Rose se dio la vuelta. "¿Qué pasa ahora?".

"¿Puedes manejar eso tú sola?".

El espíritu independiente de Rose estalló. Ella pensó que la estaba menospreciando. "Es solo cambiar una cama, ¿verdad? Incluso puedo cambiar todo en esta habitación yo sola”.

Jay examinó la habitación. Era pequeña pero acogedora.

Se sintió especialmente bendecido cuando recordó que había pasado la noche con Rose en la misma cama.

"Si eres tan capaz, ¿qué tal renovar toda la casa?".