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El corazón de Angeline se apretó al escuchar la historia de Roxie sobre su infancia. Era el tipo de dolor adormecedor que atravesaba su alma, su corazón, su hígado e incluso sus pulmones.
Angeline se aferró a Roxie con fuerza como si estuviera sosteniendo a un bebé recién nacido. Presionó su débil cabeza contra sus brazos. Las lágrimas de Roxie caían como una lluvia torrencial que seguía fluyendo.
Angeline miró a Roxie, que se debilitaba cada vez más a causa de su enfermedad. Sintió aún más pena por ella. “Tienes que escuchar a Mami, Roxie. Tienes que ser fuerte y sobrevivir a este obstáculo. Entonces tendrás una felicidad infinita en el futuro”.
De repente, Roxie dijo en voz baja: “Me gustaría verlos, Mami”.
Angeline sabía que Roxie se refería a sus padres. Aunque odiaba a sus despiadados padres, quienes no tenían sentido de la responsabilidad, aún así seguía siendo el deseo de Roxie. Por lo tanto, Angeline le dijo a Roxie: “De acuerdo, está bien. Mami los buscará”.
Después de acomodar a Roxie, Angeline salió con los ojos enrojecidos.
Cuando Jay vio la expresión de Angeline, supo que acababa de llorar. Le secó las lágrimas con angustia. Después de que Roxie fuera herida, el corazón de Angeline estaba siempre al borde del colapso. Ella sentiría lo mismo hacia cualquiera de sus hijos.
Jay estaba profundamente conmovido por el gran e ilimitado amor de Angeline, pero se sentía angustiado por la salud de Angeline. Con mucho tacto, persuadió a Angeline diciéndole: “Déjame encargarme del asunto de Roxie, Angeline. No estás bien de salud y no deberías ser tan emocional. Piénsalo, si tu ansiedad recae y desencadena tu trastorno de somatización, ¿quién cuidará de Roxie y de los demás? Antes de mostrar amor a tus hijos, primero debes amarte a ti misma”.
Angeline se lanzó a los brazos de Jay y sollozó incontroladamente. Dijo entrecortadamente: “Nuestra Roxie vivió una vida tan terrible en el pasado, cariño”.
Jay dijo: “Lo sé, lo escuché todo desde aquí. No te preocupes. Encontraré la forma de buscar a Bebé Zetty y ella sabrá una forma de curar la enfermedad de Roxie. Me aseguraré de que Roxie se ponga de pie de nuevo. Será feliz y estará sana el resto de su vida”.
Con la solemne promesa de Jay, el dolor de Angeline de antes se alivió un poco más.
Dentro de la habitación, después de escuchar la conversación de Jay y Angeline, Roxie dejó de llorar y empezó a sonreír de nuevo.
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