¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2389

Charles se defendió rápidamente, diciendo: “Tuve mis propias dificultades. Me divorcié de ti y formé una familia aparte con Miranda Forks. En esos pocos años en que me uní a la familia Forks, mi estatus era bajo y no tenía poder ni dinero. ¿Cómo podría haber hecho algo para ayudarte a encontrar a nuestra hija?”.

En definitiva, no se olvidó de provocar la relación de madre e hija entre la anciana y Roxie. En su lugar, le echó la culpa a la anciana. “Sigues diciendo que no tengo amor por nuestra hija, pero ¿y tú? Cuando nos divorciamos, hiciste todo lo posible para quedarte con la custodia de nuestra hija, pero nunca la quisiste. No creas que no sé que transferiste toda tu ira por mí en ella en aquel entonces. La golpeaste y le gritabas. La obligaste a salir a mendigar comida. ¿Cómo pudiste ser tan cruel? Solo era una niña de tres años”.

La anciana vociferó. “¿Pensaste que quería hacer eso? Pregúntate a ti mismo, Charles Banners. Cuando tú y yo nos divorciamos, nos quitaste todos nuestros ahorros y me dejaste toda la responsabilidad de la niña. A causa del golpe del divorcio, volví a caer enferma. No tenía dinero para ir a ver a un doctor. Si quería que mi hija sobreviviera, solo podía enseñarle a ser más desvergonzada, ¿no?”.

“Reconozco que me porté fatal con mi hija. Me he ahogado en la culpa y la auto culpabilidad todos estos años. ¿Pero qué hay de ti? Vives en una casa grande. Tienes cada vez más poder en tus manos. Claramente tenías la capacidad de darle a tu hija una vida mejor, pero no estabas dispuesto a apoyarnos”.

Roxie miró a Charles con frialdad y dijo con voz baja: “Ella no fue buena conmigo, pero eso es excusable. En cuanto a ti, sabías que vivía en una situación desesperada pero me dejaste en el olvido. Eres un padre horrible”.

Charles dijo nervioso y temeroso: “Roxie, no escuches sus tonterías. Yo también tuve mis dificultades”.

Roxie miró al par de cabezas de arriba que asomaban por la barandilla de la escalera. Hizo una mueca irónica: “Si quieres que te crea, demuéstramelo”.

Esa noche, Charles fue a buscar a la Señora Banners con la intención de tener una charla sincera con ella, pero al final se convirtió en una feroz disputa.

La Señora Banners dijo: “Charles Banners, cumpliré tus deseos si quieres divorciarte, pero la condición es que te vayas de la casa”.

Ahora ella podía ver que Charles era un vil egoísta. Mientras ella se aferrará a la propiedad y se negara a darla, Charles estaría reacio a separarse de ella.

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