Resumo do capítulo Capítulo 2434 de ¡Buenas noches, Señor Ares!
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Jay frunció el ceño y le reprendió a Grayson con una voz fría: “¿Cuántos años crees que tienes? ¿Por qué tienes tanto pánico?”.
Grayson se frotó las orejas y rio con incomodidad. Después de reírse un poco, rugió con ansiedad: “Han empezado a aparecer Monstruos en la Fortaleza Yorks, Amo. Escuché que muchas criaturas de la Fortaleza Yorks han muerto. La vida de muchos aldeanos está en peligro”.
El corazón de Jay se encogió inmediatamente. Pensó en la Sacerdotisa Zyda de hace un momento y pensó cuán extrañas eran las cosas. ¿Esa sacerdotisa también sabía cosas sobre la Fortaleza Yorks?
Ella realmente tenía poderes divinos.
“¿Los Yorks saben de esto?”, preguntó Jay.
Grayson dijo: “Tu primo Cole y la hermana de la Señora se han ido recientemente de viaje con su hijo, así que probablemente no sepa las noticias. El Gran Amo Yorks se encuentra mal de salud últimamente, así que realmente no puede hacer mucho. En cuanto a tu tío, no es como si no supieras que es simplemente un hombre rudo con habilidades mediocres. Probablemente tampoco podrá hacer nada al respecto”.
Jay golpeó la cabeza de Grayson y dijo: “Según lo que dijiste, ¿no deberías estar aconsejando a los Yorks ya que ha ocurrido algo tan grande en la Fortaleza Yorks? No olvides que ellos son los dueños de la Fortaleza Yorks. Nacieron y se criaron allí durante muchos años. Están muy familiarizados con la geografía y los relieves de ahí. Hay un dicho que dice: ‘Ni siquiera un poderoso jefe de la mafia puede suprimir a los tiranos locales’. Así que deja que los Yorks se encarguen de este asunto”.
Grayson respondió: “Ah”.
Él se dio la vuelta rápidamente y se fue.
De repente, Jay pensó en algo y lo detuvo. “Grayson”.
Grayson volvió apresuradamente y dijo: “¿Hay algo más, Amo?”.
Jay miró alrededor del sombrío entorno y dijo ligeramente: “La Sacerdotisa Zyda dijo que un espíritu extraño ha visitado el Chalet de Turmalina. Ve a preparar algo que se le pueda ofrecer. Esta noche, invitaremos a esta variante a ser huésped en nuestra casa”.
Grayson tragó saliva. “No tienes fiebre, ¿verdad, Señor?”.
El apuesto rostro de Jay se tornó sombrío. “¿Qué crees?”.
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