¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2509

La inocencia de Angel siempre había venido acompañada de una imperceptible sensación de desobediencia. Jens frunció ligeramente el ceño. Si tan solo hubiera sido más sensible.

Jay trajo a sus hijos e hijas adoptivas a la Capital Imperial, lo que se consideraba una pequeña reunión para la familia Ares. Por lo tanto, el Gran Viejo Amo Ares invitó especialmente a los descendientes de la familia Yorks a reunirse también para cenar.

Durante el banquete, los dos ancianos, el Gran Amo Ares y el Gran Amo Yorks, seguían manteniendo una relación de amor-odio entre ellos. El Gran Viejo Amo Yorks dijo con arrogancia: “Ares, la capacidad de Jay para completar una tarea tan ardua y compleja esta vez es suficiente para mostrar su excelencia. Tienes que agradecer a los Yorks por esto. Si no fuera por la genética de mi hija, no tendríamos un descendiente tan sobresaliente”.

El Gran Amo Ares le dirigió una mirada hosca. “Tu hija puede ser excelente, pero tiene muchos defectos. Afortunadamente, mi Jay no heredó esos defectos, sino que heredó el amor y la mentalidad abierta de su abuela. De lo contrario, confiando solo en esos monstruos producidos por los Yorks, ¡sería mejor que desearas tener un nieto como él en tu próxima vida!”.

Los dos mostraban una nula sensibilidad hacia los sentimientos del otro y enumeraban continuamente los defectos del otro como niños de tres años.

Estaban divididos en facciones, por lo que las familias Ares y Yorks pronto formaron sus propios bandos. Los Ares criticaban a Chloe por haber perdido la cabeza en aquel entonces, así como por haber separado a Jay y Angeline tan despiadadamente. En cuanto a los Yorks, culpaban a los Ares por todos esos años de luchas internas, que hicieron que Jay acabara en una silla de ruedas.

Angeline empezó a sonrojarse al ver que ambos bandos se peleaban. Tiró de la manga de Jay y le dijo: “Cariño, ¿no deberíamos detenerlos?”.

Jay dio un sorbo a su vino con satisfacción. “Deja que discutan. Es bueno que los ancianos ejerciten sus cerebros”.

Solo que mientras discutían, traían cosas del pasado a la actualidad. El Gran Viejo Amo Ares resopló. “Si no fuera por todos los problemas que, ustedes, los Yorks, tuvieron que afrontar, ¿por qué tendría que ir mi Jay a la Fortaleza Yorks a sufrir una y otra vez?”.

El Gran Amo Yorks argumentó: “Tienes que ser razonable, Ares. Está claro que los Ares y los Yorks están estrechamente relacionados. Si no, ¿por qué el emblema de la pitón no respondía incluso después de haber estado en la familia Yorks durante generaciones? En cuanto llegó a la mano de Robbie, se activó”.

El Gran Amo Yorks estaba perdido. “Bueno, eso…”.

El Gran Viejo Amo Yorks dijo enérgicamente: “No retrocedamos demasiado. Esta vez, ¿por qué Jay y sus hijos fueron los únicos que pudieron cruzar a la antigua tumba de la Montaña Oolong? Hemos vivido en la Fortaleza Yorks toda nuestra vida, pero nadie podía acercarse a ese lugar”.

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