¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2567

Angel se dirigió inmediatamente a Angeline en tono juguetón. Se quejó de su papi: “Mami, mira a papi. Rara vez viene a visitarme, pero ni siquiera ha bebido un vaso de agua y se va enseguida después de decirme lo que tengo que hacer. No me extraña ni un poquito”.

Angeline tenía una expresión de pesadez en su rostro mientras resoplaba fríamente. “Jaybie”.

El Señor Ares detuvo sus pasos y volvió a entrar en la habitación. Se dio la vuelta y se disculpó en tono de disculpa: “Angel, ¿cómo no voy a extrañarte? Aunque parece que tú y Mami tienen mucho que hablar, así que no quiero molestarlas. Por eso decidí irme”.

Angel se burló de él: “Papi, estás mintiendo. Estabas pensando en otra cosa. Por eso querías irte a toda prisa en lugar de charlar conmigo”.

El Señor Ares se quedó mirando a Angel estupefacto Esta chica sabía la razón por la que se iba con prisa, pero aun así intentaba ponerle las cosas difíciles a propósito. Su personalidad descarada era realmente muy diferente de la personalidad obediente de Bebé Zetty. Era más parecida a Bebé Robbie por su comportamiento juguetón.

El Señor Ares le dijo la verdad: “Angel, la vida de tu hermano está en peligro. Tu mami me ha dado sus últimas órdenes. Me dijo que debo rescatar a tu hermano. También quiere que resuelva todos estos problemas lo antes posible. Estoy muy preocupado en este momento. Perdóname por no ser capaz de ser considerado contigo”.

Angel sonrió alegremente y dijo: “Papi, no te culpo. Continúa. Yo también te ayudaré a pensar en una forma de resolver esta situación”.

Entonces, el Señor Ares y Angeline se fueron.

Angel observó cómo se iba su padre. Una pizca de preocupación cruzó su mirada al notar lo melancólica que parecía la figura de su papi.

Entonces se dio la vuelta y entró en su habitación.

La pesada puerta de piedra se abrió y una luz blanca y pura salió disparada del interior de la habitación. Los ojos de Angel se volvieron azules y brillaron con luz blanca al ver al hombre sentado en el banco de piedra dentro de la habitación.

El hombre era extremadamente alto y guapo. Sus rasgos faciales eran tan delicados que parecían tallados en piedra. Sus rasgos faciales lo hacían parecer también elfo y mágico. Además, la luz blanca y fría que le rodeaba le hacía emanar un aura distante.

Estaba bañado en una fuerte luz. Una fuerte presión le rodeaba también. Nadie podía acercarse a él.

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