¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 2654

A Angeline le dolía el corazón. Mientras se formaba la visión del mundo y las relaciones de Bebé Zetty, ésta había caído en la depresión por su amor no correspondido. Entonces la enviaron a casa de la Abuela Boye, donde empezó a vivir recluida.

Ahora que estaba junto a Finn, quien la adoraba, siempre la dejaba hacer lo que quería. Por supuesto, no le decía que estaba haciendo lo que no debía.

Angeline se acercó y abrazó a Bebé Zetty. Dijo con tristeza: “Todo es culpa mía. No he cumplido con mis responsabilidades como madre”.

El Señor Ares también se sumió en profundas reflexiones.

Una expresión de culpa apareció en su rostro severo.

Miró fijamente a Finn y habló con determinación: “Finn, si no puedes protegerla hasta el final de su vida, por favor, no la mimes hasta el punto de que acabe siendo una tonta que solo sabe practicar sus habilidades médicas y salvar vidas, pero que no sabe amarse a sí misma ni a su familia”.

Finn reflexionó sobre lo que le dijo el Señor Ares. Le pareció que las preocupaciones del Señor Ares y la Señora Angeline eran completamente razonables. Lo hacían por el bien de Bebé Zetty. Bebé Zetty ya no tendría familia ni amigos a su lado si un día fallecía. Tendría que trabajar con la tecnología y la medicina todos los días. Sería la rara entre todos. Se sentiría terriblemente sola.

“Entiendo”, dijo Finn.

Angeline sollozó cuando Bebé Zetty se marchó después de que terminaran de comer juntos. Le suplicó a Bebé Zetty: “Bebé Zetty, debes venir a casa más a menudo”.

Bebé Zetty asintió mientras decía: “Sí, Mami, lo haré”.

Sin embargo, Savannah Jones, quien estaba de pie al lado, dijo en voz baja: “Será difícil para nosotros verla después de que se vaya esta vez”.

Angeline miró fijamente a Savannah mientras su corazón latía de dolor.

“Savannah, ¿por qué dices eso?”.

Savannah dijo: “Ella está destinada a vivir en soledad. Ella no pertenece a nadie. Ella pertenece a todos”.

Angeline frunció el ceño mientras el pánico inundaba su mirada.

Se quedó mirando a Bebé Zetty y a Finn mientras se alejaban. Finalmente, cayó débilmente en los brazos del Señor Ares.

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