¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 327

Centro Cultural Estelar.

Cuando Sean llegó al Centro Cultural en compañía de Rose, se encontraron con gente de Empresas Ares tal como lo habían predicho.

"¿Amo Jean?". Sean se quedó quieto mientras se inclinaba levemente ante Jean Ares.

Jean se acercó y puso una mano en el hombro de Sean, su sonrisa era cálida. "Llegas demasiado tarde, Sean. Ya obtuve los derechos de autor de la novela El Cielo Iluminado por la Luna, así que el contrato es mío”.

Sean miró a Rose a su lado.

Entendiendo la indirecta, Rose dio un paso adelante y sonrió. "Aún no ha firmado el contrato con Estelar, Amo Jean. Nada está escrito en piedra”.

Su tono estaba lleno de provocación.

La mirada del Amo Jean se posó de inmediato en Rose mientras suspiraba en tono burlón. “¿Dónde encontraste un espécimen tan bueno, Sean? Qué lengua afilada que tiene allí”.

Sean reprendió intencionalmente a Rose, "Orquídea, este es el segundo joven amo de Empresas Ares, así que no seas descortés”.

Rose dio un paso atrás.

Jean se burló. “Qué entendimiento tácito comparten los dos. Muy en sintonía el uno con el otro, ¿no es así?”.

Sean sonrió.

Jean habló de nuevo, "Yo también tengo curiosidad, Sean. ¿Me pregunto si tienes suficiente conocimiento académico para respaldar tu coraje?”.

Rose respondió en cambio, “No se preocupe, Amo Jean. El Sr. Bell siempre ha sido un personaje valiente, así que estoy segura de que le hará reevaluar su impresión de él”.

La mirada de Jean se posó una vez más en Rose. "¡Nadie ha podido tomar algo en lo que Empresas Ares ha puesto sus ojos!".

Antes de irse, Jean levantó un brazo para acariciar ligeramente el costado del atractivo rostro de Sean y habló en un tono ambiguamente amoroso, "Sean, admiro mucho tu coraje”.

Sean esbozó una sonrisa incómoda.

Inmediatamente después de que Jean se fuera, Rose se alejó un metro de Sean.

Al enterarse de que estaban allí para comprar los derechos de autor de la novela El Cielo Iluminado por la Luna, la expresión del responsable de Cultura Estelar reveló su confusión interna. "Lo siento, Sr. Sean, pero ya le hemos vendido los derechos de autor al Amo Jean”.

Sentado cómodamente, la mirada de Sean se posó en Rose.

Al leer la etiqueta con su nombre en el pecho de la persona a cargo, Rose sonrió apasionadamente. "Nos encontramos y saludamos al Amo Jean afuera hace un momento, Señor Collins”.

"¿Oh?". La persona a cargo se sorprendió.

Luego, llegó a una suposición. Jean no les había impedido entrar, por lo que debía estar dándole una oportunidad a Empresas Bell sobre la base de que ambas familias eran amigas.

“Estamos dispuestos a pagar un diez por ciento más que el Amo Jean. ¿Qué le parece?", preguntó Rose.

La persona a cargo se encontraba en un dilema. "Yo…".

Rose no le dio tiempo para pensar. “No podemos subir más. Como sabe, tendremos que pagarle al Amo Jean su tarifa de compensación”.

La persona a cargo se relajó y su expresión cambió a una de comprensión.