¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 353

Rose se subió la manga, dejando al descubierto sus dos brazos, que tenían bultos rojos por todo el cuerpo. Le espetó. "¿Ves esto? ¡Todo esto es por tu culpa!".

Jay sintió que sus pupilas se encogían mientras sostenía su muñeca. "¿Qué es todo esto?".

Cuando sus dedos tocaron la piel de ella, Rose vio indicios de preocupación en los ojos de Jay.

¿Era una ilusión?

No tuvo el valor de castigarlo, pero aun así pateó su entrepierna con todas sus fuerzas.

Jay no pudo evitar tropezar...

"Josephine, conduce", rugió Rose con histeria.

El estruendo de la bocina del coche fue largo y fuerte.

Por otro lado, los niños perseguían el coche mientras se lamentaban. "Mami, mami, vuelve, ¿puedes quedarte?".

Las lágrimas inundaron el rostro de Rose mientras lloraba con desesperación.

Jay vio cómo el coche se alejaba a toda velocidad en la distancia; los gritos desesperados de sus hijos avivaron su ardiente deseo de recuperarlo todo.

"Jenson, vuelve a casa, vuelvan todos".

Los niños le miraron, impotentes.

"¿Por qué me abandonó mami?", preguntó tristemente Bebé Zetty.

Jay se acercó a ella y le acarició la cabeza. "Mami está enferma y no se siente bien. Tiene miedo de que todos ustedes la vean triste".

Una expresión de espanto apareció en la cara de Bebé Zetty. "¿Mami se va a morir? No quiero que mami se muera...".

"Todos ustedes, sean obedientes y regresen a casa. Papi irá a buscar a mami. Papi promete llevarla al hospital".

"Mm”. Los niños asintieron.

El coche de Josephine pasó a toda velocidad por innumerables semáforos mientras corría por la autopista Parker.

Un Rolls Royce seguía al sedán.

Josephine se asustó. "¿Por qué nos sigue mi hermano mayor? ¿Qué quiere hacer?".

"Quiero llevar a Rose al Hospital Gran Asia”.

Josephine miró a Rose una vez más, buscando su opinión. Rose murmuró: "¿No tienes miedo de que manche tu propiedad después de morir y te persiga el resto de tu vida?".

Jay escuchó sus palabras. En consecuencia, agarró el volante con fuerza, y sus dedos palidecieron por la fuerza que estaba ejerciendo.

"Muy bien, entonces moriremos juntos", dijo Jay mientras dirigía su coche.

Josephine se horrorizó cuando el coche se desvió y se detuvo en el arcén.

Posteriormente, el Rolls Royce y el Mercedes rojo se tocaron.

Josephine se quedó boquiabierta.

Rose abrió con furia la puerta de su vehículo mientras Jay abría también la suya. Se puso delante de él, con las manos en la cintura. "Quieres morir, ¿verdad? Muy bien, te concederé tu deseo".

Al decir esto, ella le agarró el cuello y empujó sus labios contra los de él.

Jay se quedó boquiabierto, ¿esta mujer había perdido la cabeza?