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Después de la lluvia, el frío otoñal se desvaneció y marcó el comienzo del gélido invierno.
Nancy se sentó en una silla giratoria con su teléfono en mano. Ella estaba tocando la pantalla del teléfono repetidamente, luego apagó la pantalla del teléfono una y otra vez.
Finalmente, Nancy se armó de valor y encendió la pantalla de su teléfono. Encontró el nombre de Jay Ares en sus contactos y lo llamó.
El teléfono sonó durante mucho tiempo antes de que el tono frío de Jay hablara desde el otro lado: "¿Qué?".
Nancy estaba tan nerviosa que su palma comenzó a sudar. "Amo Ares... yo... tengo algo que decirte".
"Habla". Jay parecía cada vez más impaciente.
"Mi hermano y Rose están juntos". Nancy se mordió el labio. Ella no creía que él no estaría interesado en este mensaje.
Justo como esperaba, Jay acercó el teléfono mientras su encantadora voz se hacía aún más clara. Sin embargo, también se volvió más frío. "¿Qué dijiste?".
Incluso desde el otro lado de la llamada, ella podía sentir la frialdad que irradiaba de él.
"Mi hermano y Rose están juntos". Nancy estaba alterada por su tono intimidante y repitió su mensaje.
En el otro extremo.
Jay estaba extremadamente irritado. ¿Qué quiso decir ella cuando dijo que Sean Bell y Rose Loyle estaban juntos?
¿Se estaban acostando juntos?
¿Estaban anunciando abiertamente su relación?
Después de un momento, la tímida voz de Nancy habló: "Mi hermano y Rose Loyle han admitido su relación frente a mi padre. Mi padre la desaprueba, pero mi hermano estaba siendo insistente. Mi padre no podía hacer nada, ¡así que cedió!".
Jay golpeó la mesa con su puño. "Sean Bell, estás buscando la muerte", él murmuró con los dientes apretados.
¡¿Cómo se atrevía a intentar robar a su mujer?!
Un indicio de una sonrisa maliciosa apareció en los ojos de Nancy. "Amo Ares, mi hermano y Rose deben estar por anunciar su relación oficialmente muy pronto. Te lo digo de antemano para que estés mentalmente preparado para ello".
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