¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 585

Angeline Severe comenzó a persuadir a Grayson a través de maneras lógicas y emocionales. "Verás, Grayson, este jefe tuyo puede parecer inaccesible con su expresión indiferente y todo eso, pero lo comprendo mejor que nadie. No es tan insensible como parece. De hecho, él se preocupa mucho y cuida mucho de todos ustedes".

Las palabras de Angeline llegaron a más profundo del corazón de Grayson. El presidente podía ser extremadamente estricto con ellos, pero él era respetuoso y habían aprendido mucho de él.

Aunque parecía de sangre fría para desconocidos, la expresión intocable siempre había sido una fachada que mantuvo cuando se trataba de sus subordinados.

Angeline incluso agregó sólo por si acaso, "Me pregunto a veces si la razón detrás de que sea tan reservado se debe a una mentalidad no desarrollada desde una edad temprana. Puede que te dé la ilusión de que es muy feroz, pero te prometo que simplemente ladra mucho y no muerde. No hay nada que temer. Ten coraje y entra, Grayson".

Los ojos de Grayson se abrieron mucho.

Estaba llorando internamente, quejándose: 'Si comprendes que el presidente es tan gentil, ¿por qué no entras y lo convences en vez de mí?'.

Después de haber dicho su discurso, Angeline sonrió inocentemente. Con los ojos en forma de lunas crecientes junto con su sonrisa radiante, Grayson pensó que era un ángel.

Grayson respiró hondo, juntó el coraje y regresó a la habitación del hospital con la cabeza en alto.

Jay ya se había sentado. La bata azul con rayas del hospital colgaba holgadamente de él.

A pesar de adelgazar una cantidad considerable, la ferocidad en sus rasgos cincelados, como si hubiese sido esculpida por profesionales, no había disminuido en absoluto con la pérdida de peso.

Más bien, el aire helado alrededor de Jay casi parecía haberse vuelto más espeso.

Tal vez fue el trauma de perder a sus padres en una noche que hizo que el hielo se filtrara arrogantemente de sus extremidades, ya que no tenía algo específico con lo que desquitarse.

Al ver al presidente, Grayson se sintió atrapado por su penetrante mirada a pesar de que el otro no dijo nada. Sintió que su corazón empezaba a palpitar frenéticamente.

"Sr. Presidente...", Grayson tartamudeaba, tenía miedo de hablar.

El presidente parecía aterrador en ese momento, y tenía la sensación de que sin duda se enfurecería si se enteraba de que Grayson no había seguido órdenes.

Grayson sólo tenía un miedo y era que el presidente se enfureciera con él.