¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 621

Jack miró fríamente a Jay y dijo: "Llegaste justo a tiempo".

Josephine detuvo la silla de ruedas de Jay justo en frente de Jack. Angeline inmediatamente se colocó detrás de él.

Sus acciones eran similares a las de un pajarito que busca protección de un águila.

Josephine le lanzó una mirada mortal a Angeline y pronunció: "Alborotadora".

Angeline se limitó a sonreírle.

Josephine estaba confundida. Esta mujer tuvo las agallas para desafiar y faltarle el respeto a la gente del Anexo Sicomoro, sin embargo, era tan obediente como un animalito con ella. ¿Por qué?

Al escuchar lo que dijo Josephine, la gente del Anexo Sicomoro pensó que Jay había ido a disculparse.

Incluso Jack lo pensó. Puso una expresión de arrogancia, esperando la disculpa de Jay.

Después de un momento de silencio, los delgados labios de Jay dijeron: "Padre, ¿qué mal ha hecho ella para que les ordenes matarla?".

Su voz podría haber sido suave, pero estaba cargada de desafío.

Jack estaba pensando que si Jay no se disculpaba humildemente con él, no dejaría que Angeline se saliera con la suya tan fácilmente.

Ni por un momento pensó que las primeras palabras dichas por Jay estarían llenas de desafío.

"Jay, ella vino al Anexo Sicomoro, mi territorio, y causó una conmoción, ¿no debería castigarla?", Jack se tragó la rabia que se estaba acumulando dentro de él y mantuvo su sonrisa paternal.

"Si fue irrespetuosa contigo, deberías castigarla, no tengo ningún problema con eso", respondió Jay.

Angeline se quedó estupefacta.

No parecía preocuparse mucho por ella, ¿verdad?

"Todavía eres maduro", dijo Jack.

Levantó la mano y le ordenó a su gente: "Atáquenla".

Angeline abrazó rápidamente la pierna de Jay y le suplicó: "Sr. Ares, no puedes dejarme así. Soy su-".

Los ojos de Jay comenzaron a crisparse.

Todos tenían la piel de gallina después de escuchar lo que ella dijo.

Josephine preguntó: "Hermano Mayor, ¿cómo puedes dejar ir a una chica así?".

Cuando los guardias de Jack se llevaron a Angeline, ella podría haber luchado, pero decidió no hacerlo. Ella se encogió con la cabeza gacha, lanzándole algunas miradas a Jay.

"Deténganse…".

La voz de Jay sonaba deliberadamente contenida. Gritó apresuradamente.

Angeline saltó de alegría. "Sr. Ares, sabía que no me dejaría morir".

Jay vio la expresión de el rostro de ella y su expresión se ensombreció.

Pensó que ella iba a contraatacar. Él no pensó que ella se abstendría de contraatacar, pero lo hizo porque estaba esperando que él la rescatara.