¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 663

Josie fue honesta con Jay sobre cuál era el plan de su madre.

Después de que Jay vio el mensaje de texto en su teléfono, él no pudo pensar claramente por un largo tiempo.

¿A su gentil y compasiva madre no le importaba matar a Angeline? ¿Era porque amaba a Josephine o era por un motivo oculto?

Se sentía como si hubiera un par de manos invisibles detrás de él, manipulando a todos con el objetivo final de arrastrar a Angeline al infierno.

El juicio en la corte se llevaría a cabo pronto.

Jay estaba en una situación riesgosa.

Involucraba a Angeline, por lo que él no podía permitirse cometer ningún error.

Él hizo consideraciones cuidadosas al elaborar estrategias.

Al final, Jay decidió jugar otro as bajo la manga.

Jay llamó a Grayson. Él preguntó: “¿Quién es el poderoso abogado de Hiroshi?”.

Grayson dijo: “La familia Titus gastó mucho dinero y contrató a Conan Waters, un abogado destacado en la Capital Imperial. Nuestro abogado es Wes Keating, que también es un abogado experimentado. Él está a la par del nivel de la otra parte”.

Jay respondió: “El abogado de Angeline debe ser alguien que pueda vencer por completo a cualquier abogado de élite de la Capital Imperial. Wes Keating y Conan Waters están a la par”.

“¿A quién debería contratar, entonces?”. Grayson estaba desconcertado. Las dos personas más famosas de la industria eran Conan Waters y Wes Keating.

“Finn Gallagher”, dijo Jay.

Grayson no pudo pensar claramente por mucho tiempo.

“Presidente Ares, él todavía está trabajando en el extranjero”.

“Consigue un avión privado y tráelo de vuelta inmediatamente”.

Los ojos de Tormenta estaban llenos de hostilidad y tenía sus puños apretados. “Parece que alguien nos organizó una conferencia de prensa. Presidente Ares, esta será la primera vez que aparecerá ante el público después de lastimarse las piernas. Me temo que las preguntas de los periodistas serán muy duras”.

Jay sabía que se avecinaba una inundación, pero estaba preparado para ello. “Mhm”.

Tormenta salió primero del coche, luego caminó hacia la parte trasera y abrió la puerta para Jay. Su silla de ruedas se deslizó por la rampa temporal.

Las cámaras de los reporteros se movieron inmediatamente hacia el rostro de Jay mientras tomaban fotos.

“Amo Ares, ¿es cierto que ya no puede mantenerse en pie?”.

“Amo Ares, ¿es cierto que después de que sus piernas quedaron incapacitadas, dejó su puesto en Empresas Ares? ¿Fue esta su decisión o fue despiadadamente abandonado por Empresas Ares?”.

“Señor Ares, ahora que le resulta difícil moverse, ¿es posible que también renuncie como Director Ejecutivo de Gran Asia en un futuro cercano?”.

Todas eran preguntas delicadas que solo grandes y conocidos reporteros se atrevían a preguntar.